Exigir respeto empieza por respetarse a uno mismo, y si acepto, aunque sea esporádicamente el maltrato o la ofensa, estoy admitiendo que merezco ser maltratado u ofendido…
Reflexión; es casi una constante que las personas que no han desarrollado su capacidad de ejercer o defender sus derechos tiende a sobrevalorar los derechos, la fuerza, la habilidad y las armas de los demás, denigrando y despreciando las propias.
¡Exige respeto…!

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