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La magia de trabajar con mandalas


Los Mandalas son dibujos centrados basados en la geometría sagrada, que se desarrollan desde un centro hacia los puntos cardinales, se dice que estas cuatro orientaciones se relacionan con las cuatro funciones en que se divide la conciencia humana: pensar, percibir, sentir e intuir. Su orígen se sitúa en La India pero se han encontrado una especie de mandalas también en otras regiones como el Antiguo Egipto y zonas de América como la tierra de los Navajos, los Aztecas, Incas. En la naturaleza, también encontramos mandalas por doquier.
Los tibetanos utilizan las mandalas para meditar. ¿ Por qué? porque su elaboración hace que te concentres. No son meros círculos llenos de color sino que tienen aplicaciones terapéuticas al ayudar al cerebro. ¿ Cómo? Pues el hemisferio izquierdo se fija en las formas geométricas de las Mandalas y el derecho en los colores: la creatividad.

Aspectos psicológicos y espirituales:
Uno de los padres de la psicología, Carl Jung, utilizo los mandalas en terapias siquiátricas con el objetivo de alcanzar la búsqueda individual de cada uno de sus pacientes.
Jung elaboró una teoría sobre la estructura de la psiquis (mente) humana, sosteniendo que los mandalas representan la totalidad de la mente abarcando tanto el consiente como el inconsciente.
Según la psicología, los mandalas representan al ser humano. Interactuar con ellos es un poderoso instrumento para sanar las fragmentaciones psíquicas y espirituales, ayuda a manifestar la creatividad y a reconectarnos con nuestro ser esencial.
La creación de mandalas es una meditación activa que nos conecta con nuestra propia esencia, permitiéndonos expandir la conciencia y mejorar la comunicación con el mundo.
A medida que se avanza en la creación o meditación sobre un mandala, se comienza a escuchar la voz de nuestra intuición, desarrollamos de esta forma, la capacidad de curarnos física y psíquicamente, desarrollamos la auto aceptación y la auto observación de una manera natural e intuitiva.
Quien realiza o medita sobre un mandala, emprende un viaje en el cual descubre que cada parte del mandala forma parte de un todo, que cada parte del universo forma parte de uno mismo, descubriendo de esta forma una integración, un equilibrio unificador.

•BENEFICIOS DE TRABAJAR CON MANDALAS
1.Invitan a viajar al centro del ser, para encontrar equilibrio y la reconciliación con uno mismo.
2.Permiten aflorar conflictos y sanar la fragmentación psíquica y espiritual que es una de las causas de los desordenes mentales y la depresión.
3.En la salud ayudan a alcanzar estados de relajación, controlar el estrés y fortalecer el sistema inmune.
4.Estimular la creatividad y desarrollar las potencialidades del hemisferio derecho y el izquierdo,
5.Lograr en los niños el desarrollo de la concentración y atención.
6.Meditación activa.
7.Disminución de la conducta violenta y
8.Desarrollo de la paciencia.

Loriana Granillo Vicenttin

Meditación con tu Mandala

El Mandala representa el área sagrada dentro de la que pueden surgir experiencias espirituales. La relación que se establece a través de la contemplación de la geometría del Mandala incita a un estado de meditación que ayuda a explorar los rincones de la psique. Los Mandalas se describen como diagramas del cosmos en un sentido externo y -en un sentido interno- como guías hacia prácticas de meditación.
Para meditar con tu Mandala, basta con ponerlo en frente de ti, a la altura de tus ojos a una distancia de aproximadamente 80 cm. En un ambiente tranquilo, en completo silencio o con música relajante. Fija tu mirada en el centro del mismo pero a la vez observando el "todo", intentando pestañear lo menos posible (con la vista algo fuera de foco). Deja que tus pensamientos fluyan sin aferrarte a ellos. La persona que está meditando tiene que situarse en el centro del Mandala pensando que se relaciona integralmente con el intrincado diseño del Universo.
Al cabo de dos o tres minutos podrás observar cómo los colores y las formas comienzan a "brillar"; al continuar unos minutos más, empezarás a sentir cómo la energía actúa en todo tu cuerpo, incluso alterando estados de conciencia.Verificarás una purificación directa a través del lagrimeo de tus ojos, debido a la fuerza de los intensos colores y de las formas.
El tiempo para meditar con tu Mandala es relativo; los efectos terapéuticos comienzan a producirse casi inmediatamente desde que tenemos un contacto visual profundo con el mismo. Sería conveniente meditar unos quince minutos diarios; cuanto más tiempo, mejores resultados dará.

Función terapéutica de los mandalas

Los Mandalas actúan equilibrando los chakras por medio de los colores y haciendo meditar el lado lógico de nuestro cerebro a través de las formas geométricas sagradas. El Mandala enviará impulsos a la mente interna llegando a los receptores del cerebro donde se procesará y se obtendrá una reacción.
Como se ha dicho, el meditar con Mandalas sana tanto a nivel físico como psíquico y espiritual. Es muy probable que experimentes alteraciones en la conciencia, como la sensación de expansión de la misma. También suele traer "recuerdos" a la memoria conciente que los teníamos olvidados en el subconsciente, tales como traumas de la infancia. Permitiendo que afrontemos tales hechos y así sacar las "trabas" de nuestra mente, para poder superar todas nuestras limitaciones a nivel psicológico-espiritual y enfermedades a nivel físico.
Un Mandala siempre va a ser positivo sea cual fuere su color, pero resulta doblemente útil, cuando nosotros ya hemos localizado algún problema, y queremos atacarlo, entonces podríamos ayudarnos eligiendo algún color determinado, el cual actuaría de manera directa, acelerando el proceso de curación.A continuación se da una lista de los puntos que toca cada color, dependiendo el chakra que quieras trabajar será el color del Mandala que elijas.
Tabla de Colores
Rojo, Primer Chakra.
Es el color del amor, la pasión, la sensualidad, la fuerza, resistencia, independencia, conquista, impulsividad, ira, y odio. Impulsa la fuerza vital a todo el cuerpo. Incrementa la confianza y seguridad en si mismo, permite controlar la agresividad y evitar querer dominar a los demás. En el aspecto físico proyecta energía la parte inferior del cuerpo, suministra fuerza a los órganos reproductores. Esencia de supervivencia.
Naranja, Segundo Chakra. Energía, optimismo, ambición, actividad, valor, confianza en sí mismo, afán de prestigio, frivolidad. Fomenta la tolerancia para socializar y proyectarse con toda la gente. Incrementa la autoestima, ayuda a enfrentar todos los retos para la evolución de la persona. Enseña a utilizar los éxitos o fracasos como experiencias y aprendizajes. Propicia energía positiva para llevar a cabo los proyectos o las metas. En el aspecto físico proyecta energía al intestino delgado y colon, todos los procesos metabólicos y los ganglios linfáticos inferiores.
Amarillo, Tercer Chakra. Es la luz, el sol, alegría entendimiento, liberación, crecimiento, sabiduría, fantasía, anhelo de libertad, envidia, superficialidad. Ayuda liberar los miedos internos. Permite manejar con balance el ego, las desilusiones, todo lo que afecta emocionalmente. Ayuda a canalizar mejor la intelectualidad. En el aspecto físico proyecta energía al aparato digestivo, hígado, vesícula, páncreas, bazo, y riñones.
Verde, Cuarto Chakra. Equilibrio, crecimiento, esperanza, perseverancia, voluntad, curación, integridad, bienestar, tenacidad, prestigio. Falta de sinceridad, ambición, poder. Proyecta tranquilidad y balance en lo sentimental. Permite expresar los sentimientos más libremente. Expande el amor interno hacia uno mismo y los demás. Ayuda a liberarse del apego a las posesiones o las falsas excusas. Es el filtro del equilibrio en todo el cuerpo. Ayuda a controlar el sentido de posesión y los celos. En el aspecto físico, proyecta energía vital al sistema circulatorio, cardiovascular, corazón.
Azul, Quinto Chakra. Calma, paz, serenidad, seguridad, aburrimiento, paralización, ingenuidad, vacío. Ayuda a exteriorizar lo que se lleva por dentro, permitiendo evolucionar a medida que se van dando cambios en la vida de la persona. Evita la frustración y la resistencia para comunicarse con la gente, permite tener tolerancia a los pensamientos de los demás. En el aspecto físico proyecta energía a los pulmones, garganta, tráquea, ganglios linfáticos superiores y ayuda a evitar las alergias y padecimientos de la piel.
Indigo, Sexto Chakra. Ayuda a comunicarse con el ser interno, abriendo la intuición. Permite aprender a dejar fluir los mensajes del cerebro, conectando directamente a la inteligencia de la conciencia cósmica. Fomenta el control mental y expande los canales de recepción para percibir la verdad en cualquier cosa o nivel de vida. Estimula la confianza en ser guiado por su propio sentido interior. En el aspecto físico, proyecta energía vital al cerebro, sistema nervioso, sistema muscular y óseo.
Violeta, Séptimo Chakra. Mística, magia, espiritualidad, transformación, inspiración. Pena, renuncia, melancolía. Proyecta el contacto del espíritu con la conciencia profunda del cosmos. Expande al poder creativo desde cualquier ángulo, música, pintura, poesía, arte, permitiendo a la persona expresar su visión de la realidad y su contacto con la fuente primordial, el creador del universo. Ayuda a no ser extremista o absolutista, con el fin de expandirse explorando las dimensiones de la imaginación y el conocimiento.
Rosa. Amistad, sociabilidad, comunicación, imaginación, humor, encanto, egoísmo, necesidad de reconocimiento. Envía estímulos de equilibrio total en todos los niveles. Amor universal, bondad. Paz interna, autovaloración. Equilibra las emociones, ayuda a liberar los resentimientos, el enojo, la culpa, los celos. En el aspecto físico, proyecta energía al corazón y te ofrece una curación completa en todos los niveles a través del rayo rosa.

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