Los cristales y su uso en gemoterapia

Desde tiempos inmemorables, los nativos de diversos pueblos utilizaban los cristales en la curación como parte de su herramental. Cuarzos, malaquitas, ágatas y otras piedras semipreciosas fueron siendo conocidas durante generaciones por sus propiedades armonizadoras y equilibradoras. Muchas son las prácticas que se han realizado a lo largo de la historia de los cristales y muchos los escritos que se pueden encontrar sobre el tema de gemoterapia. Sin embargo me parece importante señalar cuál es la función real de un cristal. Al ser un mineral, podemos pensar que carece de forma de vida alguna.
Pero de acuerdo a la teoría del Prana o del Ch´i, todas las cosas existentes en el universo poseen un elemento no medible pero vital que es una forma de energía. Como experiencia, bastaría aunque nunca se haya sentido la vibración de la energía, se tome un cristal de cuarzo claro entre las manos. Si el cristal es lo suficientemente grande o en el caso de que sea pequeño se elija entre los de mayor vibración, solo será necesario cerrar los ojos durante unos instantes mientras se respira profundamente y lo que a simple vista parecía inerte, comenzará a mostrar vida. Esta vibración no tiene un solo modo de manifestarse, pero generalmente puede sentirse en forma de cosquilleo, de latidos, o simplemente como una manifestación de calor entre las manos. Cualquier sensación diferente que se perciba en las manos es válida: lo que se percibe es la energía del cristal.
Las curaciones de los pueblos nativos, consistían en evocar o invocar, según a quién deseaban llamar en su ayuda, y en conjurar, que significa unir los poderes en uno solo. Los médicos chamánicos, se auto-denominaban "BAILARINES DE LA ENERGÍA". En realidad ellos sabían que no curaban las enfermedades, sino que simplemente desviaban los pensamientos negativos que envolvían al paciente y lo ponían en contacto con su naturaleza Superior, que inmediatamente se conectaba con el Gran Espíritu. En esencia esto es lo mismo que todas las terapias alternativas nos enseñan hoy en día. Ya entonces se sabía que la enfermedad es un método que cada uno de nosotros escoge para aprender las lecciones de vida, de modo que a través de las curaciones, los médicos hacían tomar consciencia a la persona de que debía responsabilizarse por la elección que había hecho y entender el cómo y el por qué de dicha enfermedad para poder evolucionar y así liberase de ella.
Cada pensamiento o energía negativa posee una vibración diferente. También cada cristal emite una vibración particular. La función de los distintos cristales entonces, es trabajar sobre la energía que está envolviendo al paciente o al centro de energía afectado en el cuerpo para devolver la armonía y el equilibrio natural. A modo de ejemplo ilustrativo, imaginemos las ondas emitidas por un electroencefalograma. Si la vibración natural correspondiera a una persona alterada variaría la forma de sus ondas en distintas formas que podríamos llamar inarmónicas. En este caso se busca un cristal que emita ondas iguales a las que emite el órgano o la zona afectada, (a veces incluso hasta la persona) en estado de equilibrio y se acerca al área bloqueada, enferma o alterada o simplemente a la persona. Esto hace que el potencial armonizado que está dentro de cada uno comience a resurgir (lo que los chamanes llamaban conexión con su naturaleza Superior), normalice de a poco la vibración, hasta que la irregularidad se aleje del cuerpo y este recobre su unidad con el Todo (el Gran Espíritu).
Hoy en día se utilizan técnicas de gemoterapia para casi cualquier alteración física o mental, cuya base es la misma que se usaba en los antiguos pueblos: llevar al paciente a reencontrar la paz y la serenidad dentro de sí mismo ayudado por la vibración perfecta de cada cristal. Las más difundidas son las prácticas de equilibrio de los centros de energía del cuerpo (chakras). Para ello hay cristales determinados que funcionan mejor en cada zona. Un ejemplo de esto sería el de la amatista que se usa sobre el segundo chakra (en el centro del vientre) para mantener al paciente anclado al cuerpo. o el cuarzo claro que, por poseer una energía mayor, es el más utilizado en la conexión con nuestra parte espiritual y por lo tanto utilizado en cualquier área del cuerpo. En algunos casos el cristal se apoyan sobre el o los chakras durante un tiempo determinado para que actúen sobre la vibración energética alterada, y en otros el gemoterapeuta los hace girar en un sentido o en el otro sobre él, hasta percibir que la energía vuelva a acomodarse. Así mismo, hay cristales como la calcita (en forma de paralelogramo), que ayudan a diagnosticar los desequilibrios de cada órgano correspondiente al chakra. Para esto es necesario básicamente conocer la anatomía humana, pero en especial una intensísima práctica con estas técnicas para entender qué es lo que está sucediendo en el cuerpo ayudados por un cristal. La limpieza de los mismos también es muy importante cuando se utilizan para estos fines. Esencialmente se los lava con agua y sal marina después de cada uso, pero también es recomendable "fumigarlos" quemando una cantidad pequeña de hojas de salvia en un recipiente metálico (tipo incensario) y sosteniendo el cristal sobre el humo girándolo de arriba y de abajo.
Características de la vibración de algunas piedras
AGATA (hay de varios colores, azul, naranja, tostados, etc., pero siempre son traslúcidas): equilibrio emocional y físico.
AMATISTA (violeta): calma en situaciones de stress o fatiga laboral, nos conecta con la luz del Yo Superior (muy utilizada para meditar).
CITRINO (amarillo): problemas de digestión.
CUARZO BLANCO O CRISTAL DE ROCA (transparente): amplifica las energías positivas a todo nivel. Es el más usado en curación.
CUARZO AHUMADO (blanco ahumado): posee capacidad regeneradora, se utiliza también para combatir la depresión.
CUARZO ROSA: concentra la necesidad de conectarse con la vida. Da confianza, paciencia y ayuda en la expresividad.
CUARZO VERDE: concentra las fuerzas de los bosques y la naturaleza. Armonización del cuerpo y de los afectos.
ESMERALDA (verde): Vigoriza a los ancianos y neutraliza los campos de fuerza negativos.
FLUORITA (violeta con vetas más oscuras o blancas): equilibra polaridades, ayuda en la concentración. Se utiliza en dolencias relacionadas con afecciones cerebrales.
GRANATE (rojo oscuro): para la circulación y la purificación del organismo. Estimula el funcionamiento de los chakras en especial el segundo. Útil en afecciones de los ojos.
JASPE: es un cuarzo impuro rojo, amarillo, verde oscuro o azul grisáceo, generalmente estriado): fuerte agente purificador. El rojo se usa en afecciones hepáticas, el verde da equilibrio y el amarillo neutraliza las amenazas provenientes del exterior.
LAPISLAZULI (azul veteado con blanco). Colocado sobre la frente, desbloquea el funcionamiento de la mente. Es apropiado para afecciones del bazo.
MALAQUITA (verde con vetas más oscuras): para todo tipo de dolores. Para cambios profundos.
OBSIDIANA (negra): estabilizador de emociones. Protección.
PIRITA (plateada con brillo): Circulación y respiración. Ayuda contra la depresión, ansiedad o frustración.
RODOCROSITA (rosa veteada): afecciones en el área del Plexo Solar. Para asma y regeneración de los tejidos. Da claridad y sensación de alivio. Es la piedra nacional.
SODALITA (azul oscuro, veteada con un poco de blanco): expande la consciencia. Da comprensión y claridad de pensamiento.
TURMALINA VERDE (tiene estrías rectas y se ve verde a trasluz): Para logros, da energía y aumenta la capacidad de amar. Balancea trastornos hormonales. Aumenta las energías positivas.
TURMALINA NEGRA (también estriada). Neutraliza las energías positivas a nivel físico, mental y emocional. Protección. Cambios. Contra depresiones o neurosis.
TURQUESA: alegría y bienestar Con incrustaciones de cobre: respiración y pulmones

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