Una Sola verdad... Un sólo propósito... El Amor...
El
recuerdo es un arma de doble filo cuando recuerdas y deseas vivir de nuevo tus
experiencias. Le estás abriendo la puerta al dolor.
El
querer re-vivir tu vida, demuestra que no has sabido aprovechar lo que la vida
te ha regalado... este recuerdo es causa de dolor...
El
pasado no se puede re-vivir y toda nueva experiencia será totalmente diferente.
El cambio continuo, no te permitirá revivir el pasado. Es imposible...
El
recuerdo de acciones conscientes es muy raro, en la vida del hombre común
corriente.
El
recuerdo consciente solo es posible cuando has vivido sin interés personal,
cuando has vivido para la verdad... cuando has entrado en el camino de la
liberación...
Deja
tus recuerdos en un contenedor... Allí es donde los recuerdos del hombre
pertenecen.
Para la
consciencia no hay recuerdo, solo hay experiencias, solo existe el aquí y el
ahora...
La
consciencia no vive de recuerdos... su alimento es la experiencia y este
momento...
Si
vives la experiencia saboréala, vívela… y continúa tu camino... no mires
atrás...
Tu
consciencia habrá extraído la riqueza del momento, cuando lo has vivido
conscientemente.
Si el
momento no es vivido conscientemente, tendrás muchos recuerdos que te
encadenarán al pasado.
Tu
esfuerzo debe ser por eliminar todo pasado, toda historia personal y vivir con
las alas de la experiencia.
Los
recuerdos alegres o tristes, siempre aparecen como flashes en nuestra memoria.
Cuando
una persona está deprimida y no encuentra el sentido de su vida, empieza a
navegar por los mares del recuerdo, se detiene en los instantes más preciados y
otras veces en aquellos de dolor. Esos instantes de dolor sumados uno a uno son
los que muchas veces aumentan esa depresión.
Recordando
no disfrutamos el presente, seguimos viviendo en el pasado y no le damos
posibilidad a nuestro ser interior de aprender de experimentar sensaciones
nuevas... nos perdemos el hoy y cerramos las puertas a todo lo nuevo.
Detengamos
los recuerdos, naveguemos por ellos de tanto en tanto pero cuando sintamos que
nuestro barco se detiene demasiado tiempo allí abandonemos el viaje y volvamos
a la orilla del presente, del hoy, de este momento...
Mirar
hacia atrás es retroceder... todo lo que sucedió ya forma parte del pasado...
Lo que importa ahora es el presente...
Avancemos
sin temor...
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