Dr. Edward Bach - Su filosofía

El Dr. Edward Bach (1886-1936) fue un médico muy avanzado para su tiempo. En su corta carrera evolucionó desde la medicina ortodoxa hasta desarrollar una forma natural de medicina que trata la salud emocional y espiritual, muy en consonancia con las tendencias hacia la salud natural de los años noventa y posteriores.Nacido en Moseley, Birmingham, de origen galés, fue un niño intuitivo y sensible con un gran amor por la naturaleza. Dejó la escuela a los 16 años y pasó tres años en Birmingham, en la fundición de latón de su padre, para poder pagar sus estudios de medicina.Las primeras etapas de la carrera médica del Dr. Bach fueron tan convencionales como exitosas. En 1912, se graduó en el University College Hospital (UCH), Londres, donde fue nombrado Oficial Médico de Urgencias en 1913; más tarde ese mismo año fue nombrado Cirujano de Urgencias residente en el Nacional Temperance Hospital. Después de recuperarse de un período de enfermedad, estableció con éxito un consultorio cerca de Harley Street.Desde muy temprana edad, el Dr. Bach fue consciente de que la personalidad y las actitudes de las personas tienen un efecto sobre su estado de salud. Como alumno, mostraba interés en sus pacientes en su calidad de personas, no simplemente como casos, y casi desde el principio llegó a la conclusión de que, en la enfermedad, la personalidad es más importante que los síntomas y que esto debería tomarse en cuenta en el tratamiento médico.Llegó a estar cada vez más insatisfecho con las limitaciones de la medicina ortodoxa y su enfoque sobre la curación de los síntomas. Creyendo que el tratamiento eficaz implicaba tratar las causas de la enfermedad, decidió enfocar su interés en la inmunología y se hizo Bacteriólogo Adjunto en el UCH en 1915.Su salud nunca fue muy robusta. Rechazado por el servicio militar en la 1° Guerra Mundial, trabajó hasta enfermar en 1917 y se creyó que moriría. Su determinación para completar su obra le condujo a una recuperación completa y cuando más tarde desarrolló sus remedios, estuvo fuertemente influenciado por la creencia de que lo esencial era que cada uno siguiera su verdadera vocación para alcanzar la salud espiritual y mental.Entre 1919-22 trabajó como patólogo y bacteriólogo en el Hospital Homeopático de Londres. Allí le impresionó el hecho de que Samuel Hahnemann, fundador de la homeopatía, había reconocido, 150 años atrás, la importancia de la personalidad en la enfermedad. Combinando estos principios con su conocimiento de la medicina ortodoxa, desarrolló los Siete Nosodes de Bach, vacunas orales basadas en bacterias intestinales que purificaban el tracto intestinal. Consiguió así efectos notables sobre el estado de salud general de los pacientes, y sobre todo en condiciones crónicas difíciles, tales como la artritis.Todavía mantenía su consultorio en Harley Street, y trataba a los pobres gratuitamente en Nottingham Place. En su poco tiempo libre, continuaba en su búsqueda de métodos de curación más puros y sencillos. Aunque la profesión médica había adoptado el uso de sus vacunas (todavía en la actualidad, las utilizan algunos homeópatas y médicos), no le gustaba el hecho de que se basaban en bacterias y deseaba remplazar estos con métodos más suaves, posiblemente a base de plantas.En 1928, en una cena, tuvo una revelación. Estudiando a sus invitados, se dio cuenta que se dividían en varias categorías distintas. A partir de eso, llegó a la inspirada conclusión de que cada categoría reaccionaría a la enfermedad de un modo diferente. En el otoño, visitó Gales y encontró dos plantas, Mimulus e Impatiens. Preparó estas de la misma manera que las vacunas orales y las prescribió según la personalidad de sus pacientes, con resultados inmediatamente exitosos. Más tarde, añadió la planta Clematis. Estos tres remedios representaron el inicio del desarrollo de un sistema de salud completamente nuevo.En la primavera de 1930, con 43 años, el Dr. Bach cerró su laboratorio y su lucrativo consultorio y se fue a Gales para buscar más remedios en la naturaleza. Una mañana, atravesando un campo lleno de rocío, percibió que cada gota de rocío, calentada por el sol, adquiriría las propiedades curativas de la planta donde se encontraba. Esto le llevó a desarrollar un método para preparar los remedios utilizando agua pura.Ese mismo año, escribió el pequeño libro Cúrese Ud. Mismo, con el mensaje de que la enfermedad física es el resultado de estar en desarmonía con el propósito espiritual. Se publicó en 1931 y ha continuado publicándose desde entonces.Entre Agosto de 1930 y 1934 el Dr. Bach tuvo su base en Cromer, en la costa de Norfolk, encontrando y preparando más remedios florales, y tratando con éxito a muchos pacientes con ellos.El Dr. Bach no cobraba nada por su labor, y sus recursos financieros iban disminuyendo. En 1934 se mudó a Mount Vernon, la casita en Oxfordshire que es aún reconocida como el Bach Centre. Continuó su trabajo escribiendo, tratando a pacientes en Sotwell y Londres y amplió su búsqueda de remedios florales. Durante ese tiempo, sufría considerablemente tanto mental como físicamente antes de encontrar la planta que aliviaba sus síntomas.Hasta el final de su vida siguió trabajando y dando conferencias, a la vez que entrenaba a sus asistentes para que pudieran continuar con su trabajo. Una vez que hubo desarrollado los 38 remedios junto con el Rescue Remedy (fórmula combinada para emergencias), supo que no hacían falta más; los 38 remedios cubrían todos los aspectos primordiales de la naturaleza humana, así como todos los estados negativos mentales que subyacían en la enfermedad.Al final de Noviembre de 1936, murió, mientras dormía, contento de que su misión hubiera sido completada. Entregó toda la responsabilidad de continuar su labor a sus amigos y colegas, a quienes había formado. También pidió que en su hogar quedara la fuente de sus descubrimientos. Así, todavía hoy, heredado por sucesión directa, el Centro Bach de Mount Vernon está activamente involucrado en dar consejos y formación y ahí se siguen preparando las tinturas madres, con el mismo procedimiento por él enseñado. Los Administradores aseguran así que se mantengan las tradiciones y principios de pureza, sencillez e integridad.

Filosofía del Dr. Bach

La filosofía del Dr. Bach fue a la vez sencilla y profunda. Se basaba en la perfección innata y la naturaleza espiritual de los seres humanos. Para él, la enfermedad es "enteramente el resultado de un conflicto entre nuestro ser espiritual y nuestra personalidad". La salud y la felicidad resultan de estar en armonía con nuestra propia naturaleza, y de realizar la labor que más se ajusta a ella.
Escribió:
"Significa el hacer las tareas del hogar, pintar, cultivar, actuar o servir a nuestros semejantes en tiendas y en el hogar. Y esta labor, sea cual sea, si la amamos por encima de todo lo demás, es...la labor que tenemos que hacer en este mundo, y la única en que podemos ser realmente nosotros mismos".
"La enfermedad es la reacción a las interferencias. Es el fracaso temporal y la infelicidad, y ocurre cuando permitimos que los demás interfieran con nuestro propósito en la vida e implantan en nuestra mente la duda, el miedo, o la indiferencia".

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