Abuso infantil
NIÑOS CUENTAN QUE SON ABUSADOS A SUS COMPAÑEROS Y EN JUEGOS
Buenos Aires, (Télam).- La mayoría de los niños que sufren abusos sexuales confían lo que les pasa a los amigos más cercanos y son éstos los que denuncian la situación a los adultos, sean sus propios padres o maestros del colegio, según psicólogos especializados en la problemática.
Los profesionales advirtieron que el relato de los abusos suele ser fragmentado porque los niños no pueden describir con palabras situaciones sexuales que no comprenden y se manifiestan con cambios de conducta y a través de los juegos y los dibujos, en momentos que comparten con sus pares.
Coincidieron, además, en que los adultos deben estar atentos a estas maneras de pedir ayuda de los chicos y cuando reciben una denuncia -de parte de ellos o de un amigo- creer en lo que les puedan decir, no acosarlos con preguntas, transmitirles seguridad y confianza y asesorarse con un especialista.
En diálogo con Télam, la psicóloga Stella Maris Gulián, supervisora y docente del Centro Psicoanalítico DOS, explicó que, en general, el abusador es un adulto muy allegado al niño -como el padre, el abuelo o el tío- que exige silencio bajo amenaza.
"Si los chicos no pueden hablar de lo que les pasa con la madre, por la cercanía del abusador, seguramente lo harán en el colegio y se lo dirán a un amigo, a la maestra o a la persona que crean que puede escucharlos", afirmó Gulián.
No obstante, la psicóloga advirtió que no se trata de una "confidencia" como podría hacer una persona adulta sino que son datos que "tiran en medio de un juego y luego siguen con otra cosa" y cambios radicales en la conducta.
Hiperactividad en niños que solían ser tranquilos o retraimiento en aquellos que eran extrovertidos, problemas para aprender o prestar atención en el colegio y conductas regresivas son algunos de los síntomas que según los psicólogos consultados, pueden alertar sobre un caso de abuso.
"El modo en que los niños procesan lo que les pasa es el juego", continuó la supervisora del Centro DOS y dijo que muchas veces, esto se revela en conductas sexualizadas y "les hacen a los juguetes y a los muñecos lo mismo que les hicieron a ellos".
Psicólogo, especialista en abuso sexual infantil y violencia contra la niñez y la mujer, Jorge Garaventa señaló que a pesar de no comprender las situaciones sexuales a las que son sometidos, "los niños saben que lo que les están haciendo no es bueno, aún cuando el abusador es alguien afectivamente cercano".
Garaventa indicó que en los casos en que el agresor es un familiar el abuso genera confusión, porque la persona que perpetra el daño es alguien que debería protegerlos, y culpa, porque en algún punto los chicos piensan que son ellos los que generan y alimentan la situación.
"La disociación, la negación del dolor, es lo que les permite comunicar a un amigo detalles de lo que está ocurriendo en medio de un juego", coincidió Garaventa y agregó que en consecuencia, suele ser el otro niño el que acude a un adulto de confianza y manifiesta lo que pasa.
Según una encuesta reciente publicada por Salud Activa, un centro de tratamiento para víctimas de abuso sexual infantil, uno de cada dos niños o niñas que sufrieron una agresión sexual elige como confidente a un amigo y uno de cada cinco, a su madre.
El relevo también indica que en el 30 % de los casos, los chicos no se lo cuentan a nadie porque temen la reacción de los demás y porque sienten culpa y vergüenza.
"El abuso sexual infantil no es un hecho aislado, es un proceso donde el adulto abusador ejerce un sometimiento sobre el niño con distintas estrategias de seducción de las que es difícil escapar", comentó la directora de Salud Activa, Beatriz Muller.
"Porque te quiero te hago esto" o "es lo que todos los papás le hacen a sus hijos", son algunos de los argumentos que confunden a los niños que se saben atrapados y no entienden qué les pasa, a la vez que se sienten perturbados y perciben que algo está mal.
"El abuso sexual infantil es un delito y el adulto que lo detecta o recibe el caso debe hacerse cargo de lo que escucha y tiene la obligación de proteger al niño", afirmó Muller y señaló que es importante "hacerle saber al chico que uno le cree y que uno va a hacer todo lo posible para ayudarlo". "Y no mirar para otro lado -concluyó-, aunque muchas veces esto es lo que sucede".(Télam).-
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SECUELAS DE ABUSO SEXUAL SE VEN EN VIDA ADULTA, SEGUN EXPERTOS
Buenos Aires, (Télam).- Trastornos en la sexualidad y en las relaciones con los otros, fobias, ataques de pánico, brotes psicóticos e intentos de suicidio son algunas de las secuelas que puede dejar una situación de abuso sexual vivida en la infancia, según advierten los expertos.
Abuso en el consumo de drogas y alcohol, autoflagelaciones como cortes en el cuerpo y cuadros de bulimia y anorexia, sobre todo durante la adolescencia, son los otros síntomas posibles que pueden dar cuenta de situaciones pasadas signadas por una agresión sexual no revelada ni abordada con un tratamiento psicológico.
"El abuso sexual infantil es un balazo al aparato psíquico", graficó la psicóloga Beatriz Muller, directora de Salud Activa, un centro de atención y diagnóstico de niños abusados sexualmente.
Muller afirmó que las secuelas que deja una agresión de este tipo son innumerables y afectan tanto la infancia como la vida adulta, pero agregó que con un tratamiento adecuado, "las heridas cicatrizan y si bien dejan marcas, no es lo mismo que vivir con el agujero que deja un balazo abierto".
La titular de Salud Activa indicó que las autolaceraciones y los cuadros de bulimia y anorexia son frecuentes entre los jóvenes que fueron abusados de niños y castigan el propio cuerpo, frente a la sensación de asco y verguenza que sienten por lo que pasó.
En tanto, el olvido aparente de los episodios de agresión sexual, es uno de los mecanismos de "autoprotección" en la vida adulta.
"Si el abuso no fue resuelto, el niño no habló o no fue escuchado el hecho puede pasar al olvido, pero este olvido siempre es ficticio", advirtió el psicólogo Jorge Garaventa, especialista en abuso y violencia.
"Los recuerdos suelen asomarse fragmentariamente, a través de imágenes aisladas sin aparente sentido pero que asociativamente, van rodeando el recuerdo hasta que emerge", explicó.
Garaventa agregó que una vez que la memoria se restablece, los síntomas que afectaban la vida cotidiana de la persona ceden y se evita la repetición de patrones patológicos, como la elección de parejas que repliquen la situación con los propios hijos. (Télam).-
nlc-jmm
Buenos Aires, (Télam).- La mayoría de los niños que sufren abusos sexuales confían lo que les pasa a los amigos más cercanos y son éstos los que denuncian la situación a los adultos, sean sus propios padres o maestros del colegio, según psicólogos especializados en la problemática.
Los profesionales advirtieron que el relato de los abusos suele ser fragmentado porque los niños no pueden describir con palabras situaciones sexuales que no comprenden y se manifiestan con cambios de conducta y a través de los juegos y los dibujos, en momentos que comparten con sus pares.
Coincidieron, además, en que los adultos deben estar atentos a estas maneras de pedir ayuda de los chicos y cuando reciben una denuncia -de parte de ellos o de un amigo- creer en lo que les puedan decir, no acosarlos con preguntas, transmitirles seguridad y confianza y asesorarse con un especialista.
En diálogo con Télam, la psicóloga Stella Maris Gulián, supervisora y docente del Centro Psicoanalítico DOS, explicó que, en general, el abusador es un adulto muy allegado al niño -como el padre, el abuelo o el tío- que exige silencio bajo amenaza.
"Si los chicos no pueden hablar de lo que les pasa con la madre, por la cercanía del abusador, seguramente lo harán en el colegio y se lo dirán a un amigo, a la maestra o a la persona que crean que puede escucharlos", afirmó Gulián.
No obstante, la psicóloga advirtió que no se trata de una "confidencia" como podría hacer una persona adulta sino que son datos que "tiran en medio de un juego y luego siguen con otra cosa" y cambios radicales en la conducta.
Hiperactividad en niños que solían ser tranquilos o retraimiento en aquellos que eran extrovertidos, problemas para aprender o prestar atención en el colegio y conductas regresivas son algunos de los síntomas que según los psicólogos consultados, pueden alertar sobre un caso de abuso.
"El modo en que los niños procesan lo que les pasa es el juego", continuó la supervisora del Centro DOS y dijo que muchas veces, esto se revela en conductas sexualizadas y "les hacen a los juguetes y a los muñecos lo mismo que les hicieron a ellos".
Psicólogo, especialista en abuso sexual infantil y violencia contra la niñez y la mujer, Jorge Garaventa señaló que a pesar de no comprender las situaciones sexuales a las que son sometidos, "los niños saben que lo que les están haciendo no es bueno, aún cuando el abusador es alguien afectivamente cercano".
Garaventa indicó que en los casos en que el agresor es un familiar el abuso genera confusión, porque la persona que perpetra el daño es alguien que debería protegerlos, y culpa, porque en algún punto los chicos piensan que son ellos los que generan y alimentan la situación.
"La disociación, la negación del dolor, es lo que les permite comunicar a un amigo detalles de lo que está ocurriendo en medio de un juego", coincidió Garaventa y agregó que en consecuencia, suele ser el otro niño el que acude a un adulto de confianza y manifiesta lo que pasa.
Según una encuesta reciente publicada por Salud Activa, un centro de tratamiento para víctimas de abuso sexual infantil, uno de cada dos niños o niñas que sufrieron una agresión sexual elige como confidente a un amigo y uno de cada cinco, a su madre.
El relevo también indica que en el 30 % de los casos, los chicos no se lo cuentan a nadie porque temen la reacción de los demás y porque sienten culpa y vergüenza.
"El abuso sexual infantil no es un hecho aislado, es un proceso donde el adulto abusador ejerce un sometimiento sobre el niño con distintas estrategias de seducción de las que es difícil escapar", comentó la directora de Salud Activa, Beatriz Muller.
"Porque te quiero te hago esto" o "es lo que todos los papás le hacen a sus hijos", son algunos de los argumentos que confunden a los niños que se saben atrapados y no entienden qué les pasa, a la vez que se sienten perturbados y perciben que algo está mal.
"El abuso sexual infantil es un delito y el adulto que lo detecta o recibe el caso debe hacerse cargo de lo que escucha y tiene la obligación de proteger al niño", afirmó Muller y señaló que es importante "hacerle saber al chico que uno le cree y que uno va a hacer todo lo posible para ayudarlo". "Y no mirar para otro lado -concluyó-, aunque muchas veces esto es lo que sucede".(Télam).-
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SECUELAS DE ABUSO SEXUAL SE VEN EN VIDA ADULTA, SEGUN EXPERTOS
Buenos Aires, (Télam).- Trastornos en la sexualidad y en las relaciones con los otros, fobias, ataques de pánico, brotes psicóticos e intentos de suicidio son algunas de las secuelas que puede dejar una situación de abuso sexual vivida en la infancia, según advierten los expertos.
Abuso en el consumo de drogas y alcohol, autoflagelaciones como cortes en el cuerpo y cuadros de bulimia y anorexia, sobre todo durante la adolescencia, son los otros síntomas posibles que pueden dar cuenta de situaciones pasadas signadas por una agresión sexual no revelada ni abordada con un tratamiento psicológico.
"El abuso sexual infantil es un balazo al aparato psíquico", graficó la psicóloga Beatriz Muller, directora de Salud Activa, un centro de atención y diagnóstico de niños abusados sexualmente.
Muller afirmó que las secuelas que deja una agresión de este tipo son innumerables y afectan tanto la infancia como la vida adulta, pero agregó que con un tratamiento adecuado, "las heridas cicatrizan y si bien dejan marcas, no es lo mismo que vivir con el agujero que deja un balazo abierto".
La titular de Salud Activa indicó que las autolaceraciones y los cuadros de bulimia y anorexia son frecuentes entre los jóvenes que fueron abusados de niños y castigan el propio cuerpo, frente a la sensación de asco y verguenza que sienten por lo que pasó.
En tanto, el olvido aparente de los episodios de agresión sexual, es uno de los mecanismos de "autoprotección" en la vida adulta.
"Si el abuso no fue resuelto, el niño no habló o no fue escuchado el hecho puede pasar al olvido, pero este olvido siempre es ficticio", advirtió el psicólogo Jorge Garaventa, especialista en abuso y violencia.
"Los recuerdos suelen asomarse fragmentariamente, a través de imágenes aisladas sin aparente sentido pero que asociativamente, van rodeando el recuerdo hasta que emerge", explicó.
Garaventa agregó que una vez que la memoria se restablece, los síntomas que afectaban la vida cotidiana de la persona ceden y se evita la repetición de patrones patológicos, como la elección de parejas que repliquen la situación con los propios hijos. (Télam).-
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Posted at 10:13 a.m. | Etiquetas: Psicologia |
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3 comentarios:
yo fui victima de abusos sexuales infantiles desde que tenia uso de razon,fue mi hemanastro, nunca lo conte por miedo y cuando fui creciendo por verguenza. ahora tengo 41 años y cuando pienso en eso me gustaria vengarme y matarlo. son muy complicados estos casos, el tuvo 3 hijas y ahora tiene nietas pequeñitas(imaginaros lo que puede estar pasando).mi madre lo supo todo el tiempo y no dijo nada a mi padre. los niños deverian estar mas vijilados por los profesores y medicos. y los pedofilos tendrian que tener cadena perpetua siempre lo seguiran haciendo. saludos
Estrellada esperanzada:
Yo también fui víctima de abuso sexual recurrente cuando tenía alrededor de los 4 años o quizá menos (por mi abuelo materno) y solo lo conté a mi esposo con gran sentido de vergüenza, enojo e impotencia; hace unos 2 años exploté en una crisis de malestar, resentimiento, impotencia , enojo y depresión y lo grité a mi mamá y a una tía; alrededor de los 18 también fui violada por extraños en presencia de mi esposo y creo que esto fue definitivo para acabar con mi matrimonio y cualquier otra relación de pareja que pudiera ser estable posterior a ésta; ahora tengo 50 y aunque pensaba que lo había superado, creo que no es así: soy autosuficiente, mi carácter se torna demasiado fuerte, dominante, de enojo e intolerante ante lo que interprete como el menor asomo de cualquier clase de agresión o ataque, aunque sea una broma.
A raíz del comentario de un profesor en un curso resiente, me he inquietado en documentarme respecto a los cambios en la estructura del cerebro por el abuso infantil, de lo que no tenía ni la menor idea, con la esperanza de lograr mejorar mi situación y condición ya que no quisiera morir sola sin un compañero con quien compartir hasta los últimos momentos de la vida.
hola mi nombre es noelia, fui abusada en reiteradas ocaciones durante la niñes, primero por mi tio, luego por mi padrastro y cuando se lo conte a el padre de mi padrastro que yo confiaba en el porque pense que era mi abuelo, el tambien abuso de mi, hoy tengo 27 años y dos hijos pequeños de 4 y 6 años de edad y creo que una persona muy cercana esta abusando de mis hijos, tengo miedo de que solo sean creencias mias, por lo que a mi me paso, pero realmente me siento desesperada tengo miedo de no equivocarme y que realmente este pasando, me hice desconfiada, no creo en nadie, mi primer impulso es ir y matarlo pero como hago para saber si esta pasando o no? mis hijos son chiquitos y no se saben expresar realmente bien como para contarme que puedo hacer????? por favor soy de buenos aires argentina, si alguien puede asesorarme sobre los pasos a seguir, se los voy a agradecer
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