Las causas de la depresión
La depresión y sus síntomas son el resultado de una
frustración profunda, de una impotencia e intento inconsciente de hacerse daño,
desaparecer, huir, suicidarse simbólicamente o real. Es motivada por un
resentimiento profundo hacia algo. Te hablo de una ira reprimida por largo
tiempo sin permitirte expresarla.
El camino hacia la sanación comienza por soltar.
Confía en este proceso. Reconoce y acepta tu ira. Ponla frente a ti. No tienes
nada que demostrar o perder. Sino solo hacerte consciente de esta situación. Tu
biología elije la depresión como una solución para liberar la tensión
acumulada. Es una válvula de seguridad. No es el problema, ni la solución. Solo
es una estrategia para protegerte de los contenidos mentales tóxicos. Estos se
reconocen cuando promueven estados de desvalorización y culpa. Mismos que
provocan que tus emociones queden bloqueadas. Las creencias toxicas justifican
el hecho de tener que guardar y reprimir una emoción hasta que se convierte en
un resentir (trauma inconsciente)
Para sanar se precisa entrar en contacto con tu
resentir profundo. El que nunca te has atrevido expresar. El que mantienes
encerrado y oculto en tu psique. Reconocer el trauma, verlo y tomar
consciencia, es el camino hacia la solución. El resentir es la interpretación
que hiciste de una situación desde tu consciencia emocional. No tiene nada que
ver con tus conclusiones mentales. Es lo que realmente piensas con respecto a
una persona, pero que no te atreves expresar por temor a recibir desaprobación.
Rechazo o condenación.
Cuando se hace presente una energía que te
desvaloriza, por ejemplo la de tu pareja. Te está llevando al momento donde
quedaste traumatiza(o) por un rechazo (abandono) experimentado por parte de uno
de tus padres. La herida es la interpretación que hiciste de esta situación desde
tu consciencia emocional. A esto le llamamos el trauma. Físicamente puedes
tener a tu madre próxima. Pero psíquicamente percibes que ella no te ama. Que
está muy lejos, no hay comunicación. Te sientes abandonada(o) desde tu
perspectiva emocional. Esto da origen al resentir… “le odio con todas las
fuerzas de mi alma, ojala se muera y sufra mucho”… desde luego, esto no te
permites expresarlo sin sentir culpa. Pues aunque se trate de tu verdadero
resentir, consideras que es inmoral, que dios te va castigar. Por tanto te lo
tragas completito, y además lo reprimes intensamente aunque te duela
mucho esta carga.
Como consecuencia vas a generar un gran bloqueo
emocional… A esto se le llama el resentimiento, es una ira reprimida que puede
incluso tener antecedentes ancestrales sin que tu lo sepas. Al cabo de un
tiempo comenzarás a somatizarla si no sabes cómo atenderla. Tu biología te
llevará a experimentar diversos grados de depresión. Es una estrategia temporal
para liberar tensión que vas acumulando, evitando así que te colapses.
La ira se libera desde el reconocimiento de que la
posees, de que es tuya, de que te pertenece. Acepta que tienes motivos validos
para sentirla desde la perspectiva de tu niño interno. Su sentir cuenta, tiene
fuerza y poder, vaya que pesa y te afecta. El niño interno mueve los hilos de
tu destino sin que puedas evitarlo. Así que te conviene hacer las paces
permitiéndote expresar tu ira sin valorarte. Sin quedar atrapada(o) en
etiquetas y normas socioculturales.
Este ejercicio no te hace ser mejor o peor persona...
Liberar no significa agredir. Si no el permitirte expresar sin juicio. Liberar
es sacar, no retener. Así que suelta todo el dolor que llevas expresando tu
verdadero resentir… vacíate. Deja de reprimirte y justificar, ya sea para
quedar bien o cumplir con las expectativas de otros. Pierde el temor de
expresar. Negar tu ira no te ayudará. Solo te quemarás más, ahogándote en la
impotencia y la frustración.
© Ari Shemoth
© Ari Shemoth
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