Programación Neurolingüística - Milton Erickson

En nuestro siglo ha vivido un hombre que ha revolucionado el campo de la terapia y de la hipnosis. Se trata del norteamericano Milton Erickson, dotado de capacidades intuitivas y de una sensibilidad realmente fuera de lo común.. Uno de sus ejercicios más conocidos consistía en ''buscar una aguja en un rascacielos". Erickson pedía a una persona que escondiera una aguja en cualquier sitio de un rascacielos, luego cogía de la mano a esa misma persona y salía en busca del objeto, naturalmente, sin que la persona en cuestión dijera una sola palabra. Descubría cuál era la dirección correcta sintiendo en la mano las mínimas alteraciones de la presión, producidas por su compañero a medida que se acercaban o se alejaban al sitio donde estaba la aguja. Según se dice, solía encontrar la aguja en un plazo de unos diez minutos. En uno de sus libros, Erickson afirma haber tenido sobre el resto de los mortales una enorme ventaja, que le había permitido alcanzar ese elevado nivel de sensibilidad para la comunicación no verbal. Su "ventaja" era una enfermedad que lo había paralizado sobre una silla de ruedas a la edad de quince años. A propósito de esta situación, escribió: "Sólo podía mover los ojos. Mi único entretenimiento consistía en escrutar a fondo los gestos y los movimientos de las otras personas. De esta forma descubrí que mi hermana menor se lamentaba de un modo muy especial para conseguir lo que quería, y que a menudo decía cosas que no pensaba." Con una actitud mental verdaderamente positiva, Erickson consiguió transformar la tragedia de una parálisis producida por la poliomielitis en una situación privilegiada. Los terapeutas de todo el mundo coinciden en calificar prácticamente de milagrosa la obra de Erickson. Hace algunos años, dos estudiosos, Richard Bandler y John Grinder, trataron de descubrir los secretos de Erickson y formularon la siguiente hipótesis: si esta persona había sido capaz de obtener resultados tan importantes, era probable que otras personas pudieran conseguirlos, utilizando métodos análogos. Comenzaron entonces a analizar las películas de las sesiones terapéuticas de Erickson, tratando de descubrir constantes. Lograron su objetivo y descubrieron que los secretos del método eran muy sencillos; se basaban en las palabras y en la forma de pronunciarlas: en la práctica, Erickson conseguía inducciones hipnóticas a través de una simple conversación, a diferencia de la hipnosis clásica, que requiere la disponibilidad del paciente De estas prolongadas investigaciones nació la programación neurolingüística (PNL), técnica aplicada actualmente con éxito por numerosos terapeutas en muchos países del mundo (mediante la PNL, un terapeuta puede eliminar una fobia en una sola sesión de veinte a treinta minutos, mientras que el psicoanálisis necesita varios meses para obtener el mismo resultado, si es que lo logra, que por lo general no lo logra). Uno de los pequeños secretos de la PNL, es el de llegar a comprender la corriente de los pensamientos de una persona, observando los movimientos oculares. En este sentido, se ha elaborado un pequeño gráfico, denominado "cuadro del barrido ocular". Siguiendo sus indicaciones, es posible comprobar, observando simplemente el movimiento de los ojos, la forma en que un individuo reacciona ante un mensaje. Si el individuo es zurdo, el cuadro debe modificarse como si utilizáramos una imagen en espejo. Pongamos ahora un ejemplo. Si planteamos a alguien la pregunta: "¿Qué te viene a la mente si te pido que imagines una casca-da?", observaremos rapidísimos desplazamientos de los ojos de nuestro interlocutor. Si mira hacia arriba y a la izquierda (visual recordado), significa que ha visto de pronto la imagen de una cascada y, por lo tanto, que su acceso a la memoria es visual. Si, en cambio, mira hacia arriba y a la derecha (visual construido), está tratando de imaginar una casca-da que nunca ha visto. Si, ame la misma pregunta, mueve los ojos horizontalmente hacia la izquierda (auditivo recordado), está recordando el violento estruendo del agua de la cascada; si los mueve horizontalmente hacia la derecha (auditivo construido), está tratando de crear con la imaginación el ruido de la catarata. Por otra parte, si mira hacia abajo y a la derecha (cinestésico), está percibiendo la sensación del agua sobre la piel y, finalmente, si mira hacia abajo y a la izquierda (diálogo interior), se está preguntando mentalmente qué es una cascada. Naturalmente, ante una pregunta como ésta, podemos observar más movimientos de los ojos, en varias direcciones, que evidencian las "estrategias de pensamiento' ' utilizadas. Queda una última consideración sobre este tema: los movimientos oculares son completamente involuntarios y no condicionados. Es imposible controlarlos, aun cuando conozcamos el mecanismo. Cuándo una persona mueve los ojos hacia arriba y dice ''¡Qué extraña sensación!", sabemos que hay una incongruencia entre lo que dice y lo que piensa.

0 comentarios:

Premios

Design by Blogger Templates