La Pentalfa


Si estudiamos a fondo la pentalfa, podemos ver en el ángulo superior un cuatro, ése es el símbolo de júpiter, el padre de los dioses, el símbolo del espíritu divino de toda criatura que viene al mundo, el símbolo del eterno dios viviente, y debajo de ese cuatro verán unos ojos siempre abiertos, son los ojos del espíritu siempre abiertos, tiemblan las columnas de ángeles y demonios. Tal símbolo hace huir horrorizados a los tenebrosos. Se abre la pentalfa con sus brazos en forma extraordinaria como cuando un hombre está de pié con sus piernas y brazos abiertos, pero si observamos cuidadosamente estos brazos veremos en ellos el signo de marte, el planeta de la guerra que nos da fuerza espiritual para vencer a los malvados. Los dos ángulos inferiores abiertos son las dos piernas que llevan el símbolo de saturno. Al lado derecho de la imagen vemos la luna y a la izquierda vemos al sol. El sol está representado por un círculo con un punto en el centro, es el sol radiante del espíritu que nos ilumina y da vida. El sol representa las fuerzas solares, a las fuerzas positivas, masculinas; la luna representa las fuerzas negativas, femeninas. En el centro aparece el caduceo de mercurio, encima va el signo del planeta mercurio, es obvio que mercurio es el mensajero de los dioses, es el planeta que está más cerca al sol, es el ministro del sol, sin mercurio no sería posible llegar a la autorrealización íntima del ser. Bajo mercurio aparece precisamente su caduceo con las alas del espíritu siempre abiertas, tal caduceo está en la espina dorsal del hombre, nuestra médula espinal con ese par de cordones que enrosca en la forma que ustedes lo ven en el caduceo de mercurio. Por ese par de cordones nerviosos sube la energía creadora hasta el cerebro.
También vemos en la pentalfa el báculo de los patriarcas, la vara de aharón, la caña de bambú de siete nudos, el cetro de los reyes, la vara de josé florecida, es la espina dorsal; obviamente por el canal medular espinal deben ustedes subir el fuego sagrado abriendo las siete iglesias del apocalipsis de san juan hasta que el fuego llegue al cerebro para pasar allí al templo corazón. También aparece en la pentalfa la espada flamígera, que no es más que ese fuego sagrado de cada uno de nosotros. Sin la espada flamígera no seríamos verdaderamente dignos, cuando un ángel pierde su espada se dice que se ha caído y entonces es precipitado hacia los infiernos atómicos.
El cáliz representa al yoni, es decir al útero, así como el báculo representa al phalo, principio masculino y la espada al fuego sagrado. La palabra tetragrammaton es bastante interesante, tetra es la unidad dentro de la trinidad de la vida, tetragrammaton, es el santo cuatro, porque el padre es el número uno, el hijo es el dos, el espíritu santo es el tres, pero ellos, los tres emanan del ain soph, es decir de la estrella atómica interior que siempre nos ha sonreído, y los tres emanando del ain soph forman el cuatro, el tetragrammaton, tal palabra es mántrica.
También a parece varias letras hebreas, aparece iod-he-vau-he. Esta palabra iod es el principia masculino o partícula divina más bien como chispa virginal y la palabra vau es el principia femenino.
También en la pentalfa encontramos el sello de salomón que representa el logos del sistema solar, en donde las fuerzas sexuales masculinas y femeninas allí trabajan, que las seis puntas son masculinas y que las seis hondanadas entre punta y punta son femeninas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante lo que publicaste hoy, realmente me gustó mucho. Muy instructivo.
Heidi Rotulo de Arnedo

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