Quien no puede perdonar

Un pensamiento que no perdona es aquel que emite un juicio que no pone en duda a pesar de que es falso. La mente se ha cerrado y no puede liberarse. Dicho pensamiento protege la pro­yección, apretando aún más sus cadenas de manera que las dis­torsiones resulten más sutiles y turbias; menos susceptibles de ser puestas en duda y más alejadas de la razón.
Un pensamiento que no perdona hace muchas cosas. Persigue su objetivo frenéticamente, retorciendo y volcando todo aquello que cree que se interpone en su camino. Su propósito es distor­sionar, lo cual es también el medio por el que procura alcanzar ese propósito. Se dedica con furia a arrasar la realidad, sin ningún miramiento por nada que parezca contradecir su punto de vista.
El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiversarla. Simplemente observa, espera y no juzga.
El que no perdona se ve obligado a juzgar, pues tiene que justificar el no haber perdonado. Pero aquel que ha de perdonarse a sí mismo debe aprender a darle la bienvenida a la verdad exactamente como ésta es. No hagas nada, pues, y deja que el perdón te muestre lo que debes hacer a través de Aquel que es tu Guía, tu Salvador y Pro­tector.

Un Curso de Milagros

1 comentarios:

darYrecibir dijo...

Qué feliz referencia a UCDM, aquí más reflexiones sobre El Perdón...

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