La Enfermedad como Lenguaje del Alma

En nuestra sociedad no se considera a la enfermedad como un mensaje o un camino, ni siquiera se le atribuye algún sentido. Mucho menos es reconocida como algo central a nuestra existencia, sino es mas bien vista como una aglomeración accidental de retrocesos en nuestra vida. Debido a eso nos acostumbramos también a referirnos a "enfermedades", en plural, a pesar que eso en si no hace mucho más sentido que pensar en "saludes". Ahora, a diferencia de ello, casi todas las religiones mayores y sus tradiciones esotéricas, consideran a la enfermedad desde siempre como una parte fundamental de nuestra existencia. De acuerdo a las historias de la Creación, el hombre ha sido incompleto desde que una parte de él fue expulsado del paraíso. Desde ese momento hemos estado continuamente en la búsqueda de lo que entendemos como nuestra parte faltante. La religión Cristiana promete que regresaremos a la unidad espiritual y a la totalidad del paraíso. El Salvador nos enseño el camino de retorno hacia la unidad/santidad, simbolizada por el Paraíso, el Celestial Reinado de Dios, el cual, según Cristo, puede ser encontrado en cada uno de nosotros. Totalidad, y como su resultado, la completa salud, es solamente posible en aquel espacio, quiere decir al otro lado de nuestro mundo polar de oposiciones.
Sorprendentemente eso corresponde también a la visión de la Organización Mundial de la Salud, que defina a la salud como una condición libre de sufrimientos físicos, psíquicos y sociales. De acuerdo a esa definición podemos encontrar personas sanas solamente en las páginas de los libros de anatomía, pero por cierto no en nuestro mundo cotidiano. Ese pensamiento, que es la básica visión de la tradición esotérica, es confirmada -aunque sea con los dientes apretados- por practicantes, tanto de la medicina ortodoxa como también por los simpatizantes de la sanación natural.
Las estadísticas de salud son en realidad más bien estadísticas que enseñan incidencias de enfermedad, manifestando por ejemplo que en un lapso de 25 años un ciudadano típico sufrirá 2 situaciones de enfermedad que pueden ser letales, 20 enfermedades serias y otras 200 molestias de salud más bien livianas. Con sus cada vez más sofisticados métodos de diagnóstico, los practicantes de la medicina ortodoxa no están hoy en día en condiciones de encontrar a alguien que sea completamentre sano. Si se observan 1000 personas supuestamente saludables, prácticamente ninguna de ellas estaría en condiciones de manifestar de ser totalmente libre de algún problema de salud. Sanadores naturales, con sus métodos de diagnostico aun más sensitivos, tienen problemas de encontrar personas con aunque sea solamente el hígado completamente normal, ni hablar de perfecta salud total. La conclusión es sorpresivamente obvia y todas las escuelas de pensadores estan de acuerdo en ello: Nuestra humanidad está enferma!

Ruediger Dahlke

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