La mente comprometida

La plenitud del corazon es la expresion integra de tu poder. Y expresion integra de tu poder es la creacion. Lo que ha sido creado no puede ser des-creado. Sin embargo, lo que ha sido creado puede transformarse. La transformacion ocurre en el tiempo. Por lo que la transformacion y los milagros necesitan ir de la mano.

-18.18



18.1 Muchos de ustedes creen que la creacion de Dios incluyo la caida del paraiso tal como la describe la narracion bibli­ca de Adan y Eva y los relatos de la creacion de muchas culturas y religiones. Cuando la aceptas, incluso de mane­ra no literal, como la historia de la separacion, aceptas la separacion. Mas que la historia de un hecho que realmen­te sucedio, se trata de un relato que describe el problema. Es la historia del nacimiento de la percepcion. Y es tu per­cepcion de la caida la que convierte a esta en una maldi­cion. Tal interpretacion no es compatible con un Dios bon­dadoso y un universo benevolo, pues acepta que la separacion puede ocurrir. Pero no puede. Creer en la caida es creer en lo imposible.



18.2 Imagina que eres parte de una cadena de cuerpos tomados de la mano formando un circulo alrededor del mun­do. Yo estoy entre aquellos cuya mano tomas. Todos estan vinculados, aun cuando uno no toma la mano de todos los demas. Si quitamos un eslabon de la cadena, esta ya no formaria un circulo sino que se caeria, cada extremo quedaria suspendido en el espacio. La cadena seria enton­ces una linea que iria desde aqui hasta alla, y ya no abar­caria ni englobaria todo. La separacion da por sentado que tu puedes romper la cadena. Esto seria tan imposible co­mo lo seria que yo soltara tu mano.



18.3 Ve un poco mas alla e imagina que esta cadena mantie­ne a la Tierra en su orbita. Es obvio que si la Tierra sa­le de su orbita las consecuencias serian catastroficas y de naturaleza universal. Lo que resulta menos obvio es que tu eres parte de lo que ha establecido y mantiene un orden del universo, parte de un todo que seria muy dis­tinto sin tu presencia, del mismo modo en que el univer­so seria completamente diferente sin la presencia de la Tierra.



18.4 Sin embargo, esto es lo que tu crees haber hecho. Crees que has alterado la naturaleza del universo, haciendo po­sible que la vida exista separada y sola, sin relacion, cone­xion ni unidad con el todo _ No lo has hecho. No te has caido de la unidad. No has caido de Dios.



18.5 Esta cadena que describo te ayudara a imaginar el lugar que tengo reservado para ti, asi como tu reservaste el mio cuando entre en el mundo bajo forma fisica. Aunque se trata solo de una ilustracion, ensenia que ninguno de no­sotros abandona la totalidad ni nos abandonamos el uno al otro.



18.6 Aunque se te haya enseniado que tu no eres tu cuerpo, mientras estas aqui es imposible negar el cuerpo. Pero puedes cambiar la funcion que le has adjudicado y, por lo tanto, su funcionamiento. Si no lo ves como resultado de la caida, como una maldicion o un castigo de Dios, no lo ves como tu hogar, una morada que te mantiene separado, puedes entonces comenzar a verlo como aquello que es, un instrumento de aprendizaje que te ha dado tu amoro­so creador. Antes de la idea de separacion no habia nece­sidad de aprendizaje. Pero un creador amoroso no deja una necesidad insatisfecha. Tan pronto como surgio la ne­cesidad de aprendizaje, quedo establecido el medio per­fecto para satisfacerla. Solo que tu no has logrado verlo como tal.



18.7 Este error nacio con la percepcion. Antes de ella no exis­tia la posibilidad de una mala interpretacion porque no ha­bia mundo exterior que percibir. Un instrumento de aprendizaje, cuando no es apreciado como tal, no tiene muchas esperanzas de cumplir la funcion para la cual fue creado. Pero cuando la percepcion se modifica y algo es visto tal cual es, entonces no puede dejar de cumplir aque­llo para lo cual fue creado.



18.8 Un mundo exterior no es mas que una proyeccion, y co­mo tal no puede apartarte del mundo interior donde exis­tes en la totalidad, como un eslabon en la cadena de la creacion. Imagina una vez mas esta cadena y a ti entre quienes la integran, e imagina la vida que vives ahora a se­mejanza de una pelicula proyectada sobre una pantalla. Mientras ves la pelicula y experimentas sus imagenes y sonidos, sus alegrias y tristezas, no abandonas tu lugar. Sin embargo, eres tambien parte de la proyeccion, y es en es­ta donde tu conciencia se ha detenido ahora, aparentemen­te atrapada en la pantalla, viendo todo con los ojos del personaje proyectado. Eso es lo que este Curso intenta mos­trarte: un mundo que puedes observar y del que puedes aprender estando dentro de el, por tanto tiempo como eli­jas aprender aquello que puede enseniarte la idea de separacion. Realizar una nueva opcion, la de aprender desde la unidad, es aquello para lo que este Curso te prepara.



18.9 Aprender desde la unidad requiere una mente y un corazon integrados, o plenitud del corazon. Un abordaje a medias no alcanza, como tampoco es suficiente una mente dividi­da. No nos cansaremos de enfatizar que aprendes aquello que eliges aprender. Si quieres pruebas de esto solo tienes que mirar el mundo que fue creado a partir de tu deseo de aprender lo que podia enseniarte la idea de separacion. Cuando morabas en la unidad no podias imaginar como seria este mundo, asi como ahora no puedes imaginar como seria un mundo en unidad. Desde el punto de vista de la unidad, no podias comprender lo que estabas pidiendo ni el grado de compromiso que este aprendizaje te exigiria. Pa­ra aprender lo que podia enseniarte la idea de separacion, necesitaste creer que existias en un estado de separacion. Por lo tanto, el olvido de que en realidad moras en la uni­dad fue un requisito de la condicion que deseabas experi­mentar. Asi fue como la condicion fue posible.



18.10 Aunque esta explicacion te resulte razonable, la encuen­tras dificil de creer sobre la base de tu percepcion de ti mismo y las limitaciones que crees que tiene tu poder de decision. La unica manera de hacer que lo increible se vuelva creible consiste en alterar lo que experimentas. El estado en que ahora existes no solo resultaba increible, sino tambien inconcebible para ti en tu estado natural. Pa­ra alterar tu sistema de creencias fue necesaria la experien­cia, asi como es necesaria ahora.



18.11 La experiencia de unidad alterara tu sistema de creencias y el de otras personas, pues lo que aprendes en unidad se comparte. Pero debido a que en la actualidad aprendes desde la separacion, cada uno debe pasar por la experien­cia en forma individual antes de que el sistema de creen­cias pueda ser modificado, aun cuando aquello que se aprende sea compartido en otro nivel.



18.12 La percepcion de los niveles es una funcion del tiempo, por lo que parece necesaria una gran cantidad de tiempo antes de que pueda ocurrir un cambio de caracteristicas duraderas. Es por este motivo que los milagros ahorran tiempo, pues integran todos los niveles y, por un cierto lapso, producen un colapso del tiempo. El tiempo es en rea­lidad una medida de aprendizaje, o el tiempo que toma el aprendizaje en pasar de un nivel a otro mediante la ex­periencia, pues aqui el aprendizaje es vivido en el tiempo.



18.13 A fin de que tu base de experiencia cambie de aprender en la separacion a aprender en la unidad, debe nacer en ti la idea de que es posible aprender de aquello que la uni­dad puede enseniarte. Este nacimiento no surge de escu­char o aprender de las ideas de otro. Necesitas dar lugar a que el aprendizaje dejado por cada experiencia proven­ga de tu interior y no abandone su Fuente. Una idea mia solo puede convertirse en idea tuya a traves de tu relacion con ella. Para darle vida, necesitas vivirla desde tu propia experiencia, desde ese deseo de conocer del que nacen todas las ideas.



18.14 Una vez que la idea ha nacido, existe en relacion con su creador. Lo que ahora queda es la opcion de participar. En unidad, tu mente y tu corazon, combinados en plenitud, participaban de todo lo que deseabas. Sabias que tu Ser era el creador y amabas todo lo que creabas. No deseabas algo y le temias al mismo tiempo, y tus deseos no cam­biaban de un momento a otro. Lo que deseabas, lo expe­rimentabas plenamente con todo tu ser, y lo hacias uno contigo. El hecho de que te abstengas de desear algo plenamente aqui es lo que ha tornado erratica y caotica esta existencia. El conflicto entre la mente y el corazon impide que desees algo plenamente, por lo tanto, impi­de la creacion.



18.15 En consecuencia, nuestra meta debe ser la integracion de mente y corazon para que puedas crear un estado en el que la experiencia de unidad sea posible. Obviamente, esto depende de ti. Asi como elegiste crear un estado de se­paracion, ahora debes elegir crear un estado de unidad.



18.16 No es ninguna sorpresa que tu mente ha regido tu cora­zon. Lo que este curso ha intentado hasta ahora es, en bre­ve, cambiar tu orientacion de la mente al corazon. Es el primer paso de lo que por ahora parecera un intento de balancear dos cosas separadas, aunque en realidad la in­tencion es unir lo que has percibido como separado. Si el corazon es el centro de tu Ser, donde queda la mente? El centro es ni mas ni menos que la fuente donde todas las cosas existen como una sola mente. Decirte esto antes de relajar algunas de tus percepciones acerca de la supremacia de la mente hubiese sido en vano. La mente unida no es como tu has percibido tu mente. La mente unida es una mente en la que rige el amor y donde la mente y el cora­zon son uno. Proseguiremos llamandola plenitud de cora­zon en lugar de mente o corazon.



18.17 La norma es ver una mente errabunda, y los pensamien­tos que van y vienen en forma caotica te resultan tan acep­tables y aparentemente inevitables como respirar. Una mente dividida no te resulta mucho menos normal, aunque reconoces que una mente dividida torna mas dificil la toma de decisiones. Ya se te ha dicho que el unico ejerci­cio mental que incluye este Curso de Amor consiste en de­dicar todo pensamiento a la union. Debemos considerar esto en dos dimensiones en vez de una. Ademas de dedi­car el pensamiento a la unidad con el todo, debes dedicarte a unificar los propios pensamientos.



18.18 No llegas a darte cuenta del efecto de haber elegido, con plenitud de corazon, la experiencia de separacion. La ple­nitud del corazon es la expresion integra de tu poder. Y expresion íntegra de tu poder es la creacion. Lo que ha sido creado no puede ser des-creado. Sin embargo, lo que ha sido creado puede transformarse. La transformacion ocurre en el tiempo. Por lo que la transformacion y los mi­lagros necesitan ir de la mano.




18.19 La transformacion de un estado de separacion en un estado de unidad es en verdad un milagro, pues requiere el reconocimiento de un estado que no puedes reconocer en la separacion. Aunque suene como una paradoja, no es im­posible, debido a que nunca abandonaste el estado de uni­dad que no reconoces. Tu falta de reconocimiento puede ser superada recordando la verdad acerca de quien eres.




18.20 El pensamiento que unifica es mas que un asunto de foco o concentracion, aunque ambas cosas constituyan pasos en la direccion correcta. El pensamiento que unifica es tambien integracion del pensamiento o lenguaje de tu corazon con aquel que percibes mas naturalmente como pen­samiento, es decir, las palabras e imagenes que pasan por tu mente.




18.21 Con anterioridad nos hemos referido brevemente a las emociones, y lo hemos hecho solo para diferenciar tus sentimientos de amor de tus sensaciones de carencia de amor o temor. De lo que no hemos hablado es de aquello que la emocion encubre y de la calma que yace por debajo. Me he referido al verdadero lenguaje del corazon como comu­nion, o union en el mas alto nivel, y al recuerdo como el medio por el cual la comunion puede regresar a ti. Por lo tanto, de lo que ahora hablamos es de integrar recuerdo y pensamiento.



18.22 Mientras que hablamos de lo que tu piensas de la emo­cion como reaccion del cuerpo a un estimulo, no habla­mos del estimulo en si. Antes de hacerlo, debemos acla­rar aun mas la función del cuerpo como instrumento de aprendizaje. Tu cuerpo parece experimentar tanto el placer como el dolor, sin embargo como instrumento de aprendizaje es neutral. No experimenta, sino que transmite aquello que puede ser experimentado por ti. Tu, entonces, le retransmites una reaccion. Esta relacion cir­cular entre tu y tu cuerpo es la relacion perfecta para los propositos del aprendizaje. En ella es posible aprender tanto de la experiencia como de la reaccion ante la ex­periencia, ya que ambas pueden ser elegidas por el que aprende. No es, en cambio, la relacion perfecta cuando percibes erroneamente al cuerpo como tu casa en vez de un instrumento de aprendizaje. Porque has percibido erroneamente al cuerpo como tu casa, en cierto sentido no hay un tu al cual el cuerpo pueda enviar sus seniales. En consecuencia, el cuerpo parece estar al comando y ser al mismo tiempo el que vive y el que interpreta la experiencia. Mas aun, esta percepcion erronea ha de­jado sin reconocimiento a la funcion del cuerpo. Por este motivo, no reconoces la verdad acerca de que cosa causa dolor ni puedes rechazar su experiencia. Lo mis­mo es valido para el placer.



18.23 Las decisiones acerca del placer y el dolor son tomadas mediante el juicio del yo separado, que no solo cree ser el cuerpo, sino que tambien cree estar a merced del cuerpo. Pero el cuerpo no tiene merced alguna para ofrecerle al yo separado, pues solo es un instrumento de aprendizaje. Co­mo no has reconocido esto, no has podido aprender que todo lo que experimentas como doloroso es resultado de sentimientos de falta de amor, y todo lo que experimentas como placentero son sentimientos de amor. Esto pareceria contradecir lo que antes afirmamos acerca del sufri­miento provocado por el amor y tu deseo de aferrarte a el a pesar del dolor que te produce. Has de saber que el do­lor no proviene de tus sentimientos de amor sino de tus sentimientos de amor perdido.



18.24 La causa de tu malestar es que no hay nadie que reciba y rechace los sentimientos de dolor para reemplazarlos con sentimientos de amor. No pienses que reaccionas al dolor o sufrimiento de cualquier clase con el amor que proviene de tu verdadero Ser, un amor que disiparia el sufrimien­to. Pues ese Ser que has dejado fuera del circuito del aprendizaje es precisamente el Ser de amor.





CURSO DE AMOR

Mari Perron - Dan Odegard

Luz en tu Camino

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