Consejos para un pensamiento sano
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Analiza: que pensamientos te dices
cuándo te sientes emocionalmente afectado. ¿Estás exagerando usando palabras
como “es terrible”, “no debería ser así”, “no puede ser”...? Todo eso son
exigencias demasiado duras. Cuestiona el “no lo puedo soportar” y las
generalizaciones gratuitas como: “Como fracasé en ese importante examen,
fracasaré en cualquier estudio importante que me proponga”. Cuestiona: esos
pensamientos derrotistas e irracionales: “¿Es realmente terrible esa
situación o solamente mala?; Esa injusticia, ¿“no debería” ser así o es mejor
decir: “me gustaría que no hubiese pasado así?”. “¿Conozco personas que pese
a pasarles lo mismo que a mí son capaces de sacarle lo bueno a la vida?”.
Reemplaza: los pensamientos exageradamente negativos por otros más realistas y constructivos: “Existen muchas cosas incovenientes en la vida, como perder el empleo, pero ninguna de ellas es horrible o espantosa”; “Aunque es claramente preferible que haga las cosas bien y consiga mis principales objetivos, no es totalmente necesario para ser feliz”. “Es posible que a veces actúe insensatamente, pero eso no me hace un estúpido. No soy lo que hago, aunque a veces lo crea. Todos los seres humanos valen mucho por el hecho de ser humanos”. Actúa: en base a esos nuevos pensamientos: arriésgate a fracasar, prueba nuevas experiencias, date permiso para disfrutar de las pequeñas cosas aunque el día no haya salido “perfecto”. Sal a descubrir el mundo sin miedos y recuerda lo que dijo una vez el gran escritor francés Anatole France: “Si exagerásemos nuestras alegrías, como exageramos nuestras penas, todos los problemas perderían importancia”. Fuente: http://www.rafaelsantandreu.es/\ |
Posted at 3:29 a.m. | Etiquetas: Psicologia |
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