El resultado de tu actitud
Tus ingresos pueden crecer únicamente hasta donde crezcas tú. Si quieres cambiar los frutos, tendrás que modificar primero las raíces. Si quieres cambiar lo visible, antes deberás transformar lo invisible.
El dinero es un resultado, la riqueza es un resultado, la salud es un resultado, la enfermedad es un resultado, tu peso es un resultado. Vivimos en un mundo de causas y efectos. Los pensamientos llevan a sentimientos. Los sentimientos llevan a acciones. Las acciones llevan a resultados.
Cuando el subconsciente debe elegir entre emociones profundamente arraigadas y la lógica, casi siempre ganan las primeras.
La razón número uno por la que la mayoría de la gente no obtiene lo que quiere es que no sabe lo que quiere. Cuando te estas quejando te conviertes en un imán viviente para la desgracia. No existe ninguna victima que sea rica.
Si tu motivación para adquirir dinero o éxito procede de una raíz no productiva, como el miedo, la rabia o la necesidad de “demostrar lo que vales”, el dinero nunca te reportará felicidad.
El único modo de cambiar de forma permanente la temperatura de la habitación es programar de nuevo el termostato. De la misma manera, el único modo de cambiar tu nivel de prosperidad económica “de forma permanente” es re-programar de nuevo tu termostato económico.
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