Todos sabemos que La Ley más poderosa es La Ley de La Atracción. Todo pensamiento vibra, todo pensamiento irradia una señal y todo pensamiento atrae una señal que corresponde con él. Este proceso se denomina La Ley de La Atracción y dice: “Todo lo que se asemeja se atrae”, por lo tanto podemos decir que la poderosa Ley de Atracción es un “Gerente Universal” que se afana en reunir todos los pensamientos que concuerdan.
Sólo tienes que activar tú consciencia para que tú misma experiencia te haga lanzar cohetes vibratorios de deseos, debes hallar el medio de mantenerte constante en una armonía vibratoria con esos deseos a fin de captar su manifestación.
¿A qué prestas atención? Aquello a lo que prestas atención hace que emitas una vibración, y las vibraciones que ofreces equivalen a lo que pides, lo que equivale a tu punto de atracción.
Si en estos momentos deseas algo que no posees, sólo tienes que centrar tu atención en ello y, en virtud de La Ley de Atracción, lo obtendrás, porque cuando piensas en ese objeto o experimentes lo que deseas, emites una vibración, según esa Ley de Atracción, obtendrás ese objeto o esa experiencia que deseas.
Ahora bien, presta atención a esto, si deseas algo que en estos momentos no tienes y centras tu atención en el hecho de que no lo tienes, La ley de Atracción seguirá respondiendo a la vibración de que “no lo tienes”, de forma que seguirás sin obtener lo que deseas. ¡Así funciona está Ley!
¿Cómo puedo saber qué atraigo?
La clave para atraer algo que deseas hacia tu experiencia consiste en alcanzar una armonía vibratoria con lo que deseas. La forma más sencilla de alcanzar esa armonía vibratoria es imaginar que ya tienes lo que deseas, fingir que ya forma parte de tu vida, hacer que tus pensamientos se deleiten de solo imaginarlo.
Solo tienes que prestar atención a lo que sientes, te será fácil averiguar si diriges tu atención a tu deseo o a la ausencia de él. Cuando tus pensamientos coinciden a nivel vibratorio con tu deseo te sientes bien, la gama de tus emociones pasan de la satisfacción a la expectativa, al anhelo, a la alegría.
Pero si tú le das más atención a la falta, o a la ausencia de lo deseado, tu gama de emociones pasa del sentimiento a pesimismo, preocupación, desánimo, ira, inseguridad y depresión ¿Me captas?
En la medida en que seas consciente de tus emociones, siempre sabrás si facilitas esa parte de tu “Proceso Creativo”, y no volverás a interpretar erróneamente el motivo por el que no consigues lo que anhelas.
Reflexión; tus emociones construyen un maravilloso sistema de guía, y si les prestas atención podrás orientarte hacía lo que deseas. Te guste o no, obtienes aquello en lo que piensas. Según la poderosa Ley de Atracción, atraes hacía ti la esencia de lo que ocupa predominantemente tu pensamiento.
Recuerda siempre que, preocuparse es utilizar tu imaginación para crear algo que no deseas, por lo tanto no debes preocuparte sino OCUPARTE para que tus vibraciones sean positivas, que vibre la alegría, el deseo, que vibre la imagen de lo que quieres que te llegue.