Tu aporte
 Si consideras que tu aportación en algún asunto es tan nimia e insignificante que no merece la pena, que pasará inadvertida a los demás y, por lo tanto, puedes ahorrártela, considera el doble daño que haces: a los demás, pues le privas de antemano de conocer, valorar y agradecer tu aportación; a ti mismo, pues estás minando tu autoestima y frenando tu voluntad.
Si consideras que tu aportación en algún asunto es tan nimia e insignificante que no merece la pena, que pasará inadvertida a los demás y, por lo tanto, puedes ahorrártela, considera el doble daño que haces: a los demás, pues le privas de antemano de conocer, valorar y agradecer tu aportación; a ti mismo, pues estás minando tu autoestima y frenando tu voluntad.
Reflexión; piensa, por el contrario, que tu aportación, por nimia e insignificante que puede parecerte, es infinitamente valiosa, pues sin ella tú no estarías donde estás.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)


 
          
          
          
        
    

 
 Entradas
Entradas
 
 

 
 
 
 
 
0 comentarios:
Publicar un comentario