Más allá de la duda
Por Dana Mrkich
El tópico de hoy es la duda. Es esa pequeña voz dentro de
su cabeza o en sus tripas que les dice, realmente no quiero hacer esto o ir
allá. También puede decir no puedo hacer esto o nunca llegaré allí.
¿Cómo saben cuándo la duda es su propio instinto sabio el
que habla o es su temor que no los hace sentirse suficientemente bien?
Cuando tienen dudas sea por lo que sea, es un momento de
luz de tráfico amarilla. La duda les dice que disminuyan la velocidad, se tomen
un momento. Tomarse unos momentos para escuchar su duda es importante porque es
aquí donde ustedes se aclararán. ¿Está la luz amarilla yendo naturalmente hacia
la roja, queriendo que se detengan o diciéndole que no a algo? ¿O está la luz
amarilla pestañeando intermitentemente a la vez que les alienta y los ayuda a
avanzar hacia la luz verde? Quizás quiera decirles que hay unos cuantos pasos
físicos que deban dar antes de proceder. Quizás quiere que ustedes aclaren
algunas creencias emocionales antes de avanzar. Así que hay una luz roja que
gira hacia una flecha verde.
Tratar de tomar una decisión sin respetar la luz amarilla
usualmente resulta en un sentimiento de ansiedad o inseguridad, que no es la
mejor base para hacer algo, o nos tiene sentados inactivos, sintiéndonos
atascados, incapaces de avanzar y sin estar en paz con quedarnos donde estamos.
Nos sentimos frustrados, a la vez que perdemos potencialmente nuevas señales
hacia una flecha verde que nos dice ¡giren a la izquierda aquí! O elegimos la
luz roja, pero terminamos sintiéndonos culpables.
Llegar a alguna claridad con su luz roja o verde, antes
de elegir, los ayuda a avanzar a lo largo de esas luces con más paz. La verde
puede tener sus desafíos sacándolos de su zona de comodidad, la roja puede
hacerlos sentirse algo tristes porque no pudieron decir que sí a algo o a
alguien, pero reduce la angustia mental y la ansiedad.
Si sienten dudas respecto a algo, sea algo a lo que han
sido invitados, algo que deba hacerse, o un gran sueño que les toca
constantemente en el hombro, siéntense en silencio por unos minutos con su luz
amarilla. Sientan en la parte de ustedes que quiere avanzar o lograr que se
manifieste una cierta realidad que sabe que es posible. Sientan en la parte de
ustedes que no está lista o no quiere o piensa que pueda suceder. Permitan que
parte les hable. Sienta cómo se siente su cuerpo con cada respuesta.
Partiendo de sus mensajeros de luz roja y verde, un grupo
se sentirá más verdadero que el otro en este momento. Si la luz roja es más
verdadera, permitan que así sea, sabiendo que abrirá una flecha verde que
indica una dirección diferente, o quizás un desvío que los lleve hacia un
destino diferente.
Voy a grabar una meditación y colocarla en el sitio
pronto si quieren ayuda con esto.
© Dana Mrkich 2016. Se permite compartir este artículo
gratuitamente siempre que se acredite la autora y se incluya la URL www.danamrkich.com <http://www.danamrkich.com/>
El material traducido al español de Dana Mrkich se
encuentra a su disposición en archivo Word en el sitio creado para ella en http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
<http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm>
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario