Para reflexionar


En el momento de la aurora un rabino reunió a sus alumnos y preguntó:
- ¿Cómo es que sabemos el momento exacto en que termina la noche y comienza el día?
- Cuando, de lejos, somos capaces de distinguir una oveja de un cachorro -¿dijo un niño.
El rabino no quedó satisfecho con la respuesta.
- La verdad -dijo otro alumno- sabemos que ya es de día cuando podemos distinguir, a la distancia, un olivo de una higuera.
- No es una buena definición.
- ¿Cuál es la respuesta, entonces? -preguntaron los pequeños.
Y el rabino dijo:
- Cuando un extraño se aproxima, y nosotros lo confundimos con nuestro hermano, ése es el momento cuando la noche acaba y comienza el día.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente pensamiento. Y pensar que esto nos suele ocurrir a menudo. Cuando aprenderemos a disntinguir y a valorarnos.


Heidi
Sgo del estero

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