El Aura

Cada uno construye su propia prisión o su propio palacio.
Cada pensamiento conciente, cada expresión de nuestros labios, cada interacción con el mundo deja su impronta en un aura que nos rodea individualmente y permanece con nosotros donde quiera que vayamos.
Toda existencia, toda bendición, todo lo que nos es transmitido desde lo Alto debe pasar a través de ese aura.
Hasta la mayor de las bendiciones, el aura puede distorsionarla en un feo ruido, o amplificarla aun mas y aumentar su resonancia.
Un aura de belleza atrae la belleza.
Un aura de amor atrae el amor.
Un aura de vitalidad y alegría atrae una luz infinita.
Solo tu eres el amo de ese aura.
Solo tu tienes el permiso y el poder de transformar en cualquier momento tus pensamientos de la fealdad en belleza, tus palabras de amargura en dulzura, tus actos de muerte en vida.
Y así también, todo tu mundo.

de Una Dosis Diaria de Sabiduría del Rebe
palabras y extracto de Tzvi Freeman

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido con esta reflexión. Cada uno es dueño de sí mismo. De tí depende que cada día construyas un aura de amor y de paz porque lo que tú sientes cada isntante es la felicidad o el tormento.


Heidi
Sgo del Estero

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