Nobles vegetarianos Tibetanos
El Dalai Lama
El 5 de abril del 2005, el Dalai Lama hizo la siguiente declaración ante una asamblea de líderes tibetanos: “Me he hecho vegetariano recientemente. Los jóvenes de hoy, particularmente aquellos que vienen del Tíbet y que tienen la condición de refugiados deben guardar estos principios para su propio desarrollo y para tener paz mental. El mensaje de mahakaruna [palabra sánscrita que significa ‘gran compasión’] nos ha pedido claramente que sigamos los pasos del amor y la compasión hacia todos los seres vivos”. Esta noble acción del Dalai Lama es una inspiración para las personas alrededor del mundo y es especialmente admirable porque cambió su dieta a los setenta años. De hecho, él hubiera deseado ser vegetariano desde muy joven pero fue obstaculizado por las curiosas creencias de sus médicos personales.
Hoy en día, sin embargo, los médicos tibetanos progresivamente reconocen los beneficios del vegetarianismo, incluido el Dr. Tenzin Tsephal, Director de la Medicina Tibetana en uno de los mayores asentamientos de refugiados tibetanos, quien afirma: “No es necesario (hablando sobre el Dalai Lama) que coma carne. Nunca le prescribiría a alguien que comience a comer carne nuevamente. Los médicos tibetanos que así lo hacen son un tanto tradicionales y no están conscientes o abiertos a otras alternativas. Pienso que todos los tibetanos pueden y deberían dejar de comer carne”.
En el 2004, la compañía Kentucky Fried Chicken anunció sus planes de abrir restaurantes de pollo en el Tíbet y en respuesta, el Dalai Lama emitió la siguiente declaración pública: “En nombre de mis amigos de PETA (Gente para el trato ético de los animales), estoy escribiendo para solicitarle a KFC que abandone sus planes de abrir restaurantes en el Tíbet, porque el apoyo de esa corporación a la crueldad y al sacrificio masivo de animales, viola los valores tibetanos”. Después de esto, la administración de KFC abandonó sus planes.
Antes de este suceso, el Dalai Lama había dirigido muchas otras campañas vegetarianas. Por ejemplo, en 1993, solicitó a los restaurantes de Dharamsala, India, donde reside la comunidad de exiliados tibetanos más grande del mundo, que se hicieran vegetarianos, para que los tibetanos pudieran experimentar la deliciosa comida vegetariana y aprender cómo dejar de comer carne. Como consecuencia de esto, muchos habitantes se hicieron vegetarianos y gracias a estos restaurantes vegetarianos, alimentos como el tofu han sido conocidos por el público tibetano
El 5 de abril del 2005, el Dalai Lama hizo la siguiente declaración ante una asamblea de líderes tibetanos: “Me he hecho vegetariano recientemente. Los jóvenes de hoy, particularmente aquellos que vienen del Tíbet y que tienen la condición de refugiados deben guardar estos principios para su propio desarrollo y para tener paz mental. El mensaje de mahakaruna [palabra sánscrita que significa ‘gran compasión’] nos ha pedido claramente que sigamos los pasos del amor y la compasión hacia todos los seres vivos”. Esta noble acción del Dalai Lama es una inspiración para las personas alrededor del mundo y es especialmente admirable porque cambió su dieta a los setenta años. De hecho, él hubiera deseado ser vegetariano desde muy joven pero fue obstaculizado por las curiosas creencias de sus médicos personales.
Hoy en día, sin embargo, los médicos tibetanos progresivamente reconocen los beneficios del vegetarianismo, incluido el Dr. Tenzin Tsephal, Director de la Medicina Tibetana en uno de los mayores asentamientos de refugiados tibetanos, quien afirma: “No es necesario (hablando sobre el Dalai Lama) que coma carne. Nunca le prescribiría a alguien que comience a comer carne nuevamente. Los médicos tibetanos que así lo hacen son un tanto tradicionales y no están conscientes o abiertos a otras alternativas. Pienso que todos los tibetanos pueden y deberían dejar de comer carne”.
En el 2004, la compañía Kentucky Fried Chicken anunció sus planes de abrir restaurantes de pollo en el Tíbet y en respuesta, el Dalai Lama emitió la siguiente declaración pública: “En nombre de mis amigos de PETA (Gente para el trato ético de los animales), estoy escribiendo para solicitarle a KFC que abandone sus planes de abrir restaurantes en el Tíbet, porque el apoyo de esa corporación a la crueldad y al sacrificio masivo de animales, viola los valores tibetanos”. Después de esto, la administración de KFC abandonó sus planes.
Antes de este suceso, el Dalai Lama había dirigido muchas otras campañas vegetarianas. Por ejemplo, en 1993, solicitó a los restaurantes de Dharamsala, India, donde reside la comunidad de exiliados tibetanos más grande del mundo, que se hicieran vegetarianos, para que los tibetanos pudieran experimentar la deliciosa comida vegetariana y aprender cómo dejar de comer carne. Como consecuencia de esto, muchos habitantes se hicieron vegetarianos y gracias a estos restaurantes vegetarianos, alimentos como el tofu han sido conocidos por el público tibetano
Otro pionero tibetano vegetariano
Otro verdadero héroe vegetariano del Tíbet es el monje Geshe Thupten Phelgye, quien, después de permanecer en retiro por muchos años, fundó en 1998 el Movimiento de Compasión Universal (http://www.universalcompassion.org/). El Movimiento promueve el vegetarianismo y la compasión por todos los seres sensibles a través de varios medios, incluida la distribución de volantes publicitarios sobre el vegetarianismo por toda Dharamsala.
En 1999, Phelgye fue elegido presidente de la Sociedad Internacional Gelug, la cual representa la mayor tradición monástica en el Tíbet y logró aprobar una resolución por la que todos los residentes de los monasterios y conventos de Gelug se hicieran vegetarianos. Al año siguiente, los monjes de Gelug lo eligieron como su representante ante el Parlamento Tibetano en el Exilio en Dharamsala. Allí propuso una ley histórica, para que se proclamara al 2004 como el Año Vegetariano Tibetano, durante el cual se solicitaría a todos los tibetanos que fueran vegetarianos. El Parlamento aprobó la ley posteriormente, lo que estimuló el vegetarianismo sin obligarlo, e inculcó el vegetarianismo en las mentes de los tibetanos. Esta normativa puede ser considerada la ley más grande desde el edicto de Ashokan de 200 años antes de Cristo, el cual estableció el vegetarianismo en India.
Otro verdadero héroe vegetariano del Tíbet es el monje Geshe Thupten Phelgye, quien, después de permanecer en retiro por muchos años, fundó en 1998 el Movimiento de Compasión Universal (http://www.universalcompassion.org/). El Movimiento promueve el vegetarianismo y la compasión por todos los seres sensibles a través de varios medios, incluida la distribución de volantes publicitarios sobre el vegetarianismo por toda Dharamsala.
En 1999, Phelgye fue elegido presidente de la Sociedad Internacional Gelug, la cual representa la mayor tradición monástica en el Tíbet y logró aprobar una resolución por la que todos los residentes de los monasterios y conventos de Gelug se hicieran vegetarianos. Al año siguiente, los monjes de Gelug lo eligieron como su representante ante el Parlamento Tibetano en el Exilio en Dharamsala. Allí propuso una ley histórica, para que se proclamara al 2004 como el Año Vegetariano Tibetano, durante el cual se solicitaría a todos los tibetanos que fueran vegetarianos. El Parlamento aprobó la ley posteriormente, lo que estimuló el vegetarianismo sin obligarlo, e inculcó el vegetarianismo en las mentes de los tibetanos. Esta normativa puede ser considerada la ley más grande desde el edicto de Ashokan de 200 años antes de Cristo, el cual estableció el vegetarianismo en India.
La nueva generación de tibetanos defensores del vegetarianismo
En una editorial del Times of Tibet del año 2004, Bhuchung K. Tsering, director de la Campaña Internacional por el Tíbet en Washington, D.C., analizó la nueva tendencia hacia el vegetarianismo entre los tibetanos de la siguiente manera:
En los últimos años, la ingesta de carne ha sido objeto de debate público en la comunidad tibetana. Un cambio sutil en la mentalidad de los tibetanos se ha llevado a cabo, conforme los tibetanos relativamente más jóvenes ahora están optando por la dieta vegetariana. Incluso entre la generación mayor hay esfuerzos para cambiar el hábito de comer carne.
Uno de los seguidores vegetarianos más dinámicos entre los jóvenes tibetanos, es Rapsel Tsariwa, fundador de “Voluntarios tibetanos por los animales”. A inicios del 2005, con la ayuda de dos amigos y el apoyo financiero del Dalai Lama, el Sr. Tsariwa inició la “Gira Vegetariana por toda India”, durante la cual viajó a remotas comunidades tibetanas en India, dando conferencias y mostrando documentales sobre el vegetarianismo. Durante la gira, muchos tibetanos y budistas occidentales se volvieron vegetarianos de inmediato y 700 se comprometieron a ser vegetarianos firmando un documento. Además, el Sr. Tsariwa inauguró Semchen, la primera revista oficial sobre vegetarianismo tanto en inglés como en tibetano. Cuando alguien le sugirió recientemente que tomara un descanso, él respondió: “Se está acabando el tiempo, tenemos que salvar a los animales ahora”.
Otro joven tibetano inspirador es Tenzin Kunga Luding, quien se hizo vegetariano a los 10 años luego de escuchar acerca del sufrimiento de las vacas usadas para la ganadería. Con la ayuda de su padre, fundó “Tibetanos para una sociedad vegetariana” (T4VS). Tenzin invierte mucho de su tiempo rescatando animales extraviados y espera adquirir un terreno en Delhi para un centro de rescate y rehabilitación de animales.
El objetivo principal de T4VS es difundir el vegetarianismo “por cualquier medio”. Tenzin se ha valido de recursos variados e ingeniosos para llegar a la gente, y utiliza panfletos, calcomanías, carteles, artículos en los periódicos y VCDs. T4VS está desarrollando actualmente un sitio en Internet, http://www.t4vs.com/, y produciendo un nuevo VCD que presenta secuencias filmadas de respetados lamas de alto rango conversando sobre el vegetarianismo. Todo esto con su propio dinero y una pequeña donación en efectivo de la oficina privada del Dalai Lama. Al respecto, Tenzin dijo con orgullo: “Su Santidad es el primer Dalai Lama considerado el principal benefactor de la primera organización vegetariana tibetana. Esto marca un hito en nuestra historia del Tibet”.
Asimismo, en reconocimiento al Año Vegetariano Tibetano, T4VS realizó recientemente una gira de música rock, la cual, en las palabras de Tenzin, fue concebida “para propagar el amor y la compasión hacia todos, incluidos los que consumen carne. Vegetarianos, no vegetarianos, budistas y no budistas, todos son bienvenidos a unírsenos y a apoyarnos”. Esta actitud positiva, que se refleja en toda la gira de T4VS, atrajo a muchos no vegetarianos. Ahora, Tenzin espera ansiosamente trabajar con otros grupos para promover el estilo de vida vegetariano.
El yogui descalzo
El yogui Chatral Rinpoche, de 93 años de edad, es un maestro de meditación de la escuela Nyingma, la tradición budista más antigua del Tíbet, quien ha pasado gran parte de su vida viviendo solo en cuevas y peregrinando descalzo por los Himalayas. Al respecto del vegetarianismo entre sus iguales, Chatral dice: “En mi experiencia, he conocido a muchos lamas en Kham, Amdo, en distintas zonas del Tíbet, que no comen carne”. Y para promover el estilo de vida vegetariano el lama escribió On Flesh Eating(Acerca de comer carne), en el cual declara: “Al conocer todos los defectos de la carne y el alcohol, he tomado el firme compromiso de abandonarlos. Así también he indicado esta moral para todos mis monasterios. Por lo tanto, a quienquiera que me escuche se le pide no romper esta moral del Dharma”.
Y con respecto al mito de que los budistas tibetanos pueden transformar la carne de los animales que van a comer en energía para liberar a los animales y por ende ayudar a éstos a alcanzar mayores niveles de iluminación, él comenta:
Con el poder sobrenatural obtenido a través de ciertas meditaciones, es verdad que hay algunos que, consumiendo pequeñas cantidades de la carne de animales muertos pueden revivirlos y ayudarlos a alcanzar una reencarnación o iluminación superior. Pero esto no es hecho como sustento, es sólo con el objetivo de ayudar a ese animal. Personalmente no tengo ese poder y debido a ello nunca como carne. Estaría cometiendo un pecado y obtendría karma negativo. No finjo tener ciertos poderes y como carne. Tan sólo lo evito completamente.
El yogui Chatral Rinpoche, de 93 años de edad, es un maestro de meditación de la escuela Nyingma, la tradición budista más antigua del Tíbet, quien ha pasado gran parte de su vida viviendo solo en cuevas y peregrinando descalzo por los Himalayas. Al respecto del vegetarianismo entre sus iguales, Chatral dice: “En mi experiencia, he conocido a muchos lamas en Kham, Amdo, en distintas zonas del Tíbet, que no comen carne”. Y para promover el estilo de vida vegetariano el lama escribió On Flesh Eating(Acerca de comer carne), en el cual declara: “Al conocer todos los defectos de la carne y el alcohol, he tomado el firme compromiso de abandonarlos. Así también he indicado esta moral para todos mis monasterios. Por lo tanto, a quienquiera que me escuche se le pide no romper esta moral del Dharma”.
Y con respecto al mito de que los budistas tibetanos pueden transformar la carne de los animales que van a comer en energía para liberar a los animales y por ende ayudar a éstos a alcanzar mayores niveles de iluminación, él comenta:
Con el poder sobrenatural obtenido a través de ciertas meditaciones, es verdad que hay algunos que, consumiendo pequeñas cantidades de la carne de animales muertos pueden revivirlos y ayudarlos a alcanzar una reencarnación o iluminación superior. Pero esto no es hecho como sustento, es sólo con el objetivo de ayudar a ese animal. Personalmente no tengo ese poder y debido a ello nunca como carne. Estaría cometiendo un pecado y obtendría karma negativo. No finjo tener ciertos poderes y como carne. Tan sólo lo evito completamente.
Un Milarepa actual
Drubwang Rinpoche, un maestro de meditación del linaje Kagyu de Milarepa, también pasó muchos años en retiro y ahora enseña a la gente como vivir una vida vegetariana pura y a meditar en los nombres sagrados. En un retiro dirigido por el Lama Drubwang, setenta personas juraron hacerse vegetarianos y después de su visita a muchas villas en Ladakh, los habitantes prometieron cerrar sus carnicerías un día a la semana. Con respecto al hecho de ser vegetariano, Drubwang dice: “Si se tiene una fuerte determinación, se evitará cometer malas acciones a toda costa y bajo ninguna circunstancia. Por supuesto que tenemos dificultades al ser completamente vegetarianos. Sin embargo, cuando tales obstáculos se presentan, debemos recordar el hecho de que todos los seres sensibles, de una forma u otra, han sido nuestros padres”.
Conclusión
Las historias de estos nobles vegetarianos tibetanos revelan que la conciencia de la humanidad verdaderamente se ha elevado. Estos virtuosos individuos están cambiando sabiamente una tradición de mil años, demostrando de este modo que los que hablan de la Era del Vegetarianismo quizás tengan razón.
Posted at 5:10 a.m. | Etiquetas: Tecnicas chinas |
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