Cuál es el sentido de tu vida?
(Ese artículo fue originalmente escrito para la revista española Mente Sana)
Los niños que nazcan en estos tiempos pueden aspirar a vivir cien años.
Es la conclusión a la que llega, a través de distintas herramientas de investigación, una de las nuevas ramas de la ciencia médica: la Medicina Antienvejecimiento (MA).
La MA estudia los factores que contribuyen al envejecimiento o al desgaste prematuro de nuestro organismo, advierte cuáles son evitables y propone cómo hacerlo.
Por último, encuentra que se pueden contar en cada uno de nosotros tres edades.
La cronológica (número de años vividos), la biológica (estado y desgaste del organismo) y la psicológica (maduración y evolución mental y emocional).
No siempre están sincronizadas y muchas veces suelen correr por diferentes rieles.
A mediados del siglo diecinueve, el promedio de vida no superaba los 40 años en la mayoría de los países occidentales.
Hoy va entre los 77 y los 81 años.
Acaso al terminar de leer el párrafo anterior te lamentes de haber nacido cuando lo hiciste y no hoy.
No lo hagas.
No todo el secreto está en vivir más.
¿Vivir mucho, acumular años en nuestra cronología, es de por sí vivir una existencia trascendente, henchida de sentido?
Cuando hayamos respondido a este interrogante, veremos la vida como algo más que una suma de años.
Los niños que nazcan en estos tiempos pueden aspirar a vivir cien años.
Es la conclusión a la que llega, a través de distintas herramientas de investigación, una de las nuevas ramas de la ciencia médica: la Medicina Antienvejecimiento (MA).
La MA estudia los factores que contribuyen al envejecimiento o al desgaste prematuro de nuestro organismo, advierte cuáles son evitables y propone cómo hacerlo.
Por último, encuentra que se pueden contar en cada uno de nosotros tres edades.
La cronológica (número de años vividos), la biológica (estado y desgaste del organismo) y la psicológica (maduración y evolución mental y emocional).
No siempre están sincronizadas y muchas veces suelen correr por diferentes rieles.
A mediados del siglo diecinueve, el promedio de vida no superaba los 40 años en la mayoría de los países occidentales.
Hoy va entre los 77 y los 81 años.
Acaso al terminar de leer el párrafo anterior te lamentes de haber nacido cuando lo hiciste y no hoy.
No lo hagas.
No todo el secreto está en vivir más.
¿Vivir mucho, acumular años en nuestra cronología, es de por sí vivir una existencia trascendente, henchida de sentido?
Cuando hayamos respondido a este interrogante, veremos la vida como algo más que una suma de años.
Posted at 4:54 a.m. | Etiquetas: Reflexiones |
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