Amenaza circulatoria
Los seres humanos, no somos robots. Estamos vivos. Nuestro cuerpo físico funciona integrado y sincronizado con todos los demás cuerpos energéticos sutiles de nuestro ser.
Los análisis químicos, nos dan valores de nuestro funcionamiento, en el momento que son tomados y están influenciados por las reacciones que tenemos ante las vivencias que estamos experimentando en
 esos días, más lo que hemos comido y como lo hemos comido, más el 
cansancio si no hemos dormido, más la ansiedad por lo que esperamos que 
suceda mañana con nuestros asuntos, etc.
Según todo esto serán los valores de los análisis. Nada sucede en nuestra vida en forma aislada. Todo está perfectamente integrado y sincronizado. Cuando estamos integrados y sincronizados, estamos en estado de salud.
 Cuando las circunstancias de nuestra vida nos alteran, ya no estamos 
integrados ni sincronizados y los análisis darán valores fuera de lo 
común, “pero no siempre quiere decir que estamos enfermos”.
En estas descompensaciones de la integridad y desincronización, aparecen síntomas. En el caso de la presión arterial alta, es un síntoma de alteración de la sincronización e integridad del ser. Es un aviso del cuerpo físico, para que reaccionemos, nos calmemos y arreglemos los asuntos de nuestra vida que nos sacan de nuestro ritmo vital.
La
 ciencia académica, reconoce un porcentaje muy bajo de causas de presión
 arterial alta. Por lo general se diagnostica que la causa está en el 
corazón. Pero desde el conocimiento y experiencia de las 
escuelas del naturismo tradicional, tan presente en la humanidad desde 
siempre, se sabe que este síntoma es la manifestación de 
descompensaciones de distintos órganos y no solo del corazón, además de 
saber que la causa principal es la descompensación emocional.
He
 conocido casos de presión Arterial que han sido por causa de la 
vesícula, riñones e incluso por emociones tanto negativas como positivas
 y no precisamente por el corazón. En general podemos decir que la Presión Alta es aviso de mucha carga existencial, de no querer soltar, de exigir demasiado, etc.
 Cuando sube la presión arterial, tomar mucha agua, jadear (respirar 
como agitado) para cambiar el aire de los pulmones y que vaya más 
oxígeno al cerebro, ponerse en sintonía con la seguridad  de que puedes 
salir de ese estado. Pedir a tu ser interior ayuda, caminar, 
bailar. Si es buenísimo bailar porque descargas tensiones del cuerpo y 
canalizas las emociones y la presión baja. Mojarte con agua fría, las 
manos, el rostro, la cabeza. Ponerte un cuarzo rosa pegado con una cinta
 en el pecho...Si amigos,  son remedios naturales, viejos como la humanidad, que sanan y sin efectos secundarios. 
Es importante conocer nuestro cuerpo, comenzar desde adentro que nos permite ver claramente con otro enfoque de la salud, sanar sin intoxicarnos con químicos y crecer como ser. Que no tengamos miedo, sino que tengamos cuidado y observemos, que la sabiduría del ser nos guía.
 No vivamos corriendo, observemos los signos vitales en nuestro cuerpo, 
que todos los días orinemos y evacuemos el intestinos, que comamos 
naturalmente y tomemos agua, que todos los días hagamos algunos 
movimientos, que nos agitemos un rato para respirar y llevar oxígeno a 
la sangre. Esto es básico para vivir en condición humana digna.
No todo es como parece. La publicidad se ha usado para instalar en la mente de los humanos información dirigida a tener miedo. Hay información hoy de muchos científicos y sanadores que trabajan para la salud humana, con amor y dedicación. 
Que no figuran en la publicidad, porque no adhieren al sistema de lucrar ganancias muy grandes con el dolor de la humanidad.
 Estos científicos y médicos servidores incansables, van publicando 
información para ayudar a despertar de aquella fascinación a que llevo 
la publicidad, por las soluciones rápidas a  los temas de salud y nos 
hizo llegar a la actualidad con tantas enfermedades  que manifiestan el 
caos existencial del humano de hoy. Observemos y busquemos información limpia. 
En el siglo XX la salud paso a ser definidamente una industria muy lucrativa. Desde la consciencia del ser, aprendamos a cuidar nuestra salud y busquemos la ayuda de los profesionales sanadores que ofrecen una atención desde la vocación de servicio, con la competencia de sus estudios y sabiduría aplicados en una trayectoria limpia.
Todos tenemos como humanos la capacidad de observar y discernir sobre los asuntos de nuestra vida, incluida la salud. La enfermedad es parte del proceso de la vida, no causa de muerte. Si,
 así he aprendido. Nadie muere por enfermedad, la enfermedad es parte de
 la historia de vida de la persona, y su alma en esas condiciones decide
 irse o quedarse y sanar.
Nosotros
 nos sanamos. A veces solos y otras veces con la ayuda de un profesional
 o un sanador o un amigo o un desconocido, porque es el ser el que decide quedarse o partir.
 Por eso hay tantas personas que están para morir, según diagnósticos 
médicos, pero se levantan y sanan. Por eso hay tantas personas que están
 muy sanas y contentas, se van a dormir y no despiertan más.
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