Arriésgate a vivir
El
Guerrero de Luz que no comparte con los demás la alegría de sus
decisiones, jamás conocerá sus propias cualidades y defectos. Por lo
tanto, antes de empezar hacer nada, busca aliados, gente que se interesa
por lo que está haciendo. No digo: “Busca a otros guerreros de la luz”.
Digo: “Encuentra personas con diferentes habilidades, porque la lucha
de un guerrero por sus sueños no se diferencia de cualquier otro camino
seguido con entusiasmo”.
Tus
aliados no serán necesariamente aquellas personas a quienes todos
miran, ante quienes se deslumbran y de quienes afirman: “No hay nadie
mejor”. Muy al contrario: son personas que no temen errar, y por lo tanto yerran mucho.
Es
por ello que lo que hacen no siempre es elogiado o reconocido. Pero es
este tipo de persona el que transforma el mundo, y tras muchos errores
consigue acertar con algo que marcará la diferencia en su comunidad.
Los
aliados son personas que no pueden esperar a que las cosas sucedan para
después decidir cuál es la mejor postura que se puede adoptar: ellos
deciden a medida que actúan, aun sabiendo que ese tipo de comportamiento
es muy arriesgado.
Convivir
con los aliados es importante para un Guerrero de Luz; juntos, todos
entiende que, antes de escoger el objetivo, son libres de cambiar de
idea. Pero, después de haber determinado el objetivo, se concentran sólo
en los pasos que deben dar. Y a medida que caminan, piensan: “Cada paso requiere mucho esfuerzo, pero vale la pena correr el riesgo, vale la pena apostar la propia vida”.
Los
mejores aliados son aquellos que no piensan como la mayoría de la
gente. Por eso, al buscar compañeros para compartir el entusiasmo por el
sueño, es importante creer en la intuición, y no dar importancia a los
comentarios ajenos.
Únete a todos los que experimentan, se arriesgan, caen, se hacen daño, y se vuelven arriesgar. Únete a los que se exponen y no temen ser vulnerables. Únete
a los que son flexibles, y entienden las señales del camino. Son
personas que no dudan en cambiar su rumbo cuando se encuentran con una
barrera infranqueable, o cuando vislumbran una oportunidad mejor. Únete
a los que jamás dirán. “Ya he terminado, tengo que parar aquí”. Porque
así como el invierno sigue a la primavera, nada termina nunca, y la
senda del guerrero es un camino sin fin. Únete
a los que cantan, cuentan historias, disfrutan de la vida, y tienen
alegría en los ojos. Porque la alegría es contagiosa, y siempre impide
que la gente se deje paralizar por la depresión, la soledad y las
dificultades. Únete a quien camina con la cabeza erguida, aunque tenga lágrimas en los ojos.
Mi
reflexión es que; Un verdadero Guerrero de Luz no confunde la
arrogancia con la autoridad, la alegría con la superficialidad, la
persistencia con la impaciencia. Él que tiene sus dudas, a veces se
siente oprimido por la soledad, pero sabe que existe mucha gente que
piensa como él, y que encontrar a sus verdaderos aliados es tan solo
cuestión de tiempo.
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