Técnicas naturales de sanación
Comienza buscando un lugar tranquilo
para allí respirar lentamente hasta que te sientas relajado.
Respira lenta y profundamente... sin
prisas. Siente como la respiración llena de Luz y de Energías tu cuerpo.
Una vez que sientes tu Energía Alineada
con la Luz deja flojos los brazos a los lados del cuerpo y sacude las manos
suavemente durante unos minutos.
A continuación acerca las manos la una a
la otra y forma el mudra.
El término mudra significa "sello".
Si dividimos la palabra, la primera, mud,
significa "gozo" y ra significa "producir".
Por lo que en una traducción libre, el
término vendría a significar "un sello que produce gozo".
Los mudras son posiciones, gestos que se
hacen con las manos y los dedos con diferentes finalidades.
Para el poder interior, concentración, como
escudo, para una respiración profunda, bienestar, para liberar tensiones, para
la sabiduría, para la tolerancia, para motivación ante la rutina cotidiana,
para la buena memoria, para superar la pérdida y el abandono, para la
circulación sanguínea, para quererse uno mismo, contra la soledad el mudra de
la amistad y el mudra anti-estrés, mudra del tiempo.
Diariamente hacemos movimientos con las
manos para expresarnos, para meditar, para rezar y para sanarnos....
"hacemos mudras".
Si miramos detalladamente a lo largo del
día, a menudo formamos mudras con las manos sin darnos cuenta, y además
formamos sin saberlo el más adecuado para ese momento.
Nuestro cuerpo posee una sabiduría
ancestral y siempre busca y encuentra la mejor forma para sanarse.
En las culturas orientales, desde épocas
muy remotas, se conocen los mudras curativos y sus beneficios para nuestra
salud, para nuestra vida. Éstos se transmitían en las familias, de generación
en generación.
Otros antiguos pueblos como son los de
América del Norte, América Central y del Sur, también conocían el poder de
curación de las posturas de las manos.
Recordemos siempre que las manos no
mienten, siempre hablarán más allá de las palabras de nuestro interlocutor e
incluso hablarán más allá de nuestras propias palabras.
Por lo que si prestamos atención a
nuestros gestos y a los de los demás, nos podrá ayudar a desvelar la auténtica
verdad, la cual, muchas veces puede estar enmascarada tras las palabras.
Los mudras actúan sobre el espíritu, la
mente y el cuerpo.
Cada función corporal tiene un efecto
sobre lo que percibimos, lo que sentimos y lo que pensamos, a la vez que todo
pensamiento influye en nuestros sentimientos y en nuestras funciones
corporales, debilitándonos o fortaleciéndonos, todo es el TODO.
Por eso los mudras son altamente
beneficiosos, ya que equilibran y sanan nuestro Yo.
Actúan también sobre el cuerpo,
principalmente a un nivel energético, a través de los conductos de energía que
en la medicina china se conocen como Meridianos y en la cultura India como
Nadis .
Los Meridianos o Nadis más importantes
transcurren por las manos y los dedos, así como por los pies y sus dedos.
Todos los órganos pueden ser tratados por
medio del masaje de dedo o zona de la mano o el pie que corresponda.
La práctica de los mudras es muy sencilla.
La presión que ha de hacerse es siempre muy suave.
Hemos de procurar mantenernos relajados
mientras practicamos los mudras.
Si te cansas en la postura del mudra, deja
caer los brazos, deshaz brevemente el mudra y vuelve a adoptar la postura al
cabo de un ratito.
Puedes practicarlo de pie, sentado,
tumbado o caminando.
Para dolencias agudas, será necesario
mantener el mudra hasta la desaparición de los síntomas.
En caso de dolencias crónicas,
practicaremos el mudra correspondiente 3 veces al día: por la mañana, por la
tarde y por la noche. Comenzaremos con una duración de 3 a 5 minutos, aunque
todo dependerá de tu propia intuición. Piensa que para que tenga efecto
tendremos que hacerlo con una regularidad diaria, en los periodos y en la
duración.
Respecto al tiempo en el que el mudra
surgirá efecto, es muy variable. Manteniendo una constancia podemos tardar
desde semanas hasta meses.
Cuando se trata de sanar el plano
emocional-mental, suelen durar entre 21 y 42 días, realizándolos de una forma
constante.
Si tus dolencias son provocadas por los
bloqueos que produce el estrés, los mudras serán tus mejores aliados, pero
recuerda que es necesario cambiar los hábitos de pensamiento y de actuación en
tu vida.
Si estás con tratamiento con medicina
convencional, no abandones el tratamiento tan sólo añade los mudras como
complemento al proceso curativo.
¿Qué técnicas de sanación practicas o
prefieres Tú?
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