Problemas de la nariz - Bloqueos
Bloqueo Físico:
Los problemas más comunes son aquellos que impiden respirar con
facilidad.
Bloqueo Emocional:
Como la nariz es el primer órgano utilizado para inhalar el aire, y por
lo tanto,
la vida, todo problema de nariz tapada o cualquier otra dificultad para
respirar tiene
relación directa con la dificultad para sentir verdaderamente la vida.
Este problema
se manifiesta en la persona que bloquea sus sentimientos por miedo a
sufrir o a
sentir el sufrimiento de un ser querido, o también cuando no puede
soportar a
alguien, a algo o a una situación que se da en su vida. También es
posible que a la
persona afectada le parezca que alguien o una situación "no huele
bien". Es
desconfiada y siente temores. Del mismo modo, es interesante señalar
que los
problemas en la nariz (como el catarro, por ejemplo) se manifiestan
mucho más
durante las temporadas en las que debemos convivir con la gente más de
cerca, es
decir, las temporadas en las que las personas están más en casa. Esto
indica una
dificultad de adaptación social.
Bloqueo Mental:
Cuando te afecte este problema, hazte la siguiente pregunta: "¿A
quién o a
qué no soporto en este momento?". El hecho de creer que si no
hueles evitarás
tener que enfrentar lo que sucede no remedia nada. Averigua qué es lo
que más te
asusta de esta situación. Según mis observaciones, las personas que más
se
impiden oler son aquellas que temen la injusticia. Observa la situación
presente con
más amor, es decir, con más aceptación y compasión en lugar de hacerlo
por medio
de tu ego que critica y quisiera cambiar a los demás para tener la
razón. Si padeces
a menudo este problema, seguramente eres una persona muy sensible que
quiere
bloquear esta sensibilidad por temor a experimentar demasiadas
emociones. Te
ayudaría utilizar bien tu capacidad de sentir y aceptar esta
sensibilidad, lo que
contribuirá a que desarrolles más tu capacidad de amar. También puede
permitirte
ayudar mejor a los que te rodean. Por otro lado, es importante que
aprendas a no
sentirte responsable de la felicidad de los demás y de los resultados
de sus
experiencias. Si comprendes la diferencia que existe entre sensibilidad
y
emociones, utilizarás mejor todo tu potencial y aspirarás la vida en su
totalidad.
Bloqueo Espiritual:
Para conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una
necesidad
importante de tu SER, utiliza las preguntas sugeridas al final. Las
respuestas te
ayudaran a precisar la verdadera causa de tu problema físico.
Para precisar mejor la causa de tu
problema físico, hazte las siguientes preguntas:
BLOQUEO FÍSICO:"¿Qué adjetivos pueden describir mejor lo que
siento en mi cuerpo?".
Tu respuesta representará lo que sientes ante la persona o la situación
que ha desencadenado el mal.
BLOQUEO EMOCIONAL:"¿Qué me
impide realizar esta enfermedad?".
Tus respuestas a esta pregunta representanal deseo o los deseos
bloqueados.
"¿A qué me obliga esta
enfermedad?".
Retoma esta respuesta (o respuestas) y agrega lapalabra "no"
al principio de cada uno de ellas. Estas frases representan tus deseos
bloqueados.
BLOQUEO ESPIRITUAL:"Si me
permitiera estos deseos, ¿qué sería?"
(Utiliza los deseos encontrados en la etapa anterior). La respuesta a
esta pregunta corresponde a una necesidad profunda de tu ser, bloqueada por
alguna carencia.
BLOQUEO MENTAL:"Si en mi vida me
permitiera ser...
(Repite la respuesta de la pregunta anterior), ¿qué podría sucederme de
desagradable o de no aceptable?".
La respuesta a esta pregunta
corresponde a la creencia no benéfica que bloquea tus deseos y te impide
realizar tu necesidad, creando así el problema físico. Cuando conoces la
creencia no benéfica o la manera de pensar que te impide ser lo que quieres, lo
primero que debes hacer para transformarte es permitirte haber tenido la
necesidad de creerla, estableciendo contacto con el niño que habita en ti y que
la creyó después de haber experimentado un sufrimiento. Después, pregúntate si
todavía la necesitas realmente para ser feliz. Si la respuesta es afirmativa,
ello es señal de que todavía te es útil. Tú eres quien gobierna tu vida, de
modo que puedes seguir creyendo en ella, pero debes saber que, al actuar así,
obtendrás los mismos resultados que han obtenido hasta ahora. No esperes ningún
cambio.Si estás convencido de que esta creencia todavía es cierta pero que el
hecho de creerla no te hace feliz, verifica en tu interior si estás tan
convencido de su veracidad como hace algunos años. Es muy probable que ahora lo
creas mucho menos. Por lo tanto, estás en vías de sanar. Cuando en lo más
profundo de ti sabes que no quieres seguir creyendo la misma cosa, no te queda
más que realizar las acciones necesarias para manifestar tus deseos a fin de
permitirte ser lo que quieres ser.
Para concluir quiero repetir que la
curación sólo puede realizarse en el momento en el que no se perdona. Esta
etapa tiene el poder de transformar no sólo nuestro amor hacia nosotros mismos,
sino también el corazón y la sangre en nuestro cuerpo físico.
Esta sangre nueva, reenergetizada por el influjo de este amor
reencontrado, es como un bálsamo que circula por todo el cuerpo: a su paso
transforma y rearmoniza las células.
Aun cuando intelectualmente te
resulte difícil creerlo, ¿qué puedes perder con probar?. Estas son las etapas
del perdón verdadero:
1) Identifica tus emociones (a menudo hay más de una). Toma consciencia
de la acusación que te haces a ti mismo o que le haces a otro y de lo que ésta
te hace sentir.
2) Asume tu responsabilidad. Ser
responsable es reconocer que siempre tienes la opción dereaccionar con amor o
con miedo. ¿De qué tienes miedo? Date cuenta también de que tienes miedo de que
te acusen de tener miedo.
3) Acepta al otro y suéltate. Para
lograr soltarte y aceptar al otro, ponte en su lugar y siente sus intenciones.
Acepta la idea de que la otra persona se acusa y te acusa probablemente de la
misma cosa que tú. Ella tiene el mismo miedo.
4) Perdónate. Esta es la etapa más
importante del perdón. Para realizarla, date el derecho de haber tenido y de
tener todavía miedo, creencias, debilidades y límites, que te hacen sufrir y
actuar. Acéptate tal y como eres ahora, sabiendo que es temporal.
5) Ten el deseo de expresar el perdón.
A modo de preparación para la etapa seis, imagínate con la persona adecuada en
el acto de pedirle perdón por haberla juzgado, criticado ocondenado. Estarás
listo para hacerlo cuando la idea de compartir tu experiencia con dicha persona
te suscite un sentimiento de alegría y de liberación.
6) Ve a ver a la persona en cuestión.
Exprésale lo que has vivido y pídele perdón por haberla acusado o juzgado y por
haber estado resentido con ella. Menciónale que la has perdonado sólo si te lo
pregunta.
7) Haz el enlace con un cordón o una
decisión ante uno de tus progenitores. Recuerda un acontecimiento similar que
ocurriera en tu pasado con una persona que representase a la autoridad: padre,
madre, abuelos, maestro, etc. Generalmente será del mismo sexo que la persona
con la cual acabas de realizar el perdón. Vuelve a efectuar todas las etapas
con esta persona (la figura de autoridad). Cuando la emoción sentida sea hacia
ti mismo, realiza los pasos 1, 2, 4 y 7.
Date el tiempo necesario para realizar
el proceso del perdón. En cada etapa puede pasar un día o un año. Lo importante
es que tu deseo de lograrlo sea sincero. Cuando la herida es grande y profunda
o el ego se resiste, puede tomar más tiempo. Si la etapa seis del proceso del
perdón te resulta difícil, debes saber que es el ego el que se resiste.
Cuando piensas: “¿Por qué ir a pedirle perdón por estar resentido con
él cuando fue él quien me ofendió? ¡Tengo toda la razón del mundo para estar
resentido!", es tu ego quien habla. El deseo más grande de tu corazón es
hacer la paz y sentir compasión por el otro. No te preocupes por la reacción
del otro cuando vayas a pedirle perdón.
Respeta su reacción y la tuya. Nadie
en el mundo puede saber lo que va a suceder. Si al otro le cuesta trabajo recibir
tu petición de perdón, es que él mismo no puede perdonarse. Aunque tú lo hayas
perdonado, no puedes hacerlo por él. Deberá lograrlo por sí mismo. No eres
responsable de su reacción, sólo de la tuya. Por otro lado, el hecho de
perdonarte a ti mismo es un hermoso ejemplo para ayudar al otro a que también
lo consiga.Recuerda que el hecho de perdonar a alguien no significa que estés
de acuerdo con la ofensa, sino que estás en vías de decir que, con los ojos del
corazón, has sido capaz de ver más allá de la ofensa, de ver lo que pasaba en
el interior de la persona. Gracias a este perdón podrás concederte más
fácilmente el derecho de ser tú mismo, con tus sentimientos humanos.
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