La presión arterial
Los seres humanos, no somos robots. Estamos vivos.
Nuestro cuerpo físico funciona integrado y sincronizado con todos los demás
cuerpos energéticos sutiles de nuestro ser. Los análisis químicos, nos dan
valores de nuestro funcionamiento, en el momento que son tomados y están
influenciados por las reacciones que tenemos ante las vivencias que estamos
experimentando en esos días, mas lo que hemos comido y como lo hemos comido,
mas el cansancio si no hemos dormido, mas la ansiedad por lo que esperamos que
suceda mañana con nuestros asuntos,etc. Según todo esto serán los valores de
los análisis. Nada sucede en nuestra vida en forma aislada. Todos esta
perfectamente integrado y sincronizado. Cuando estamos integrados y
sincronizados, estamos en estado de salud. Cuando las circunstancias de nuestra
vida nos alteran, ya no estamos integrados ni sincronizados y los análisis
darán valores fuera de lo común, pero no siempre quiere decir que estamos
enfermos.
En
estas descompensaciones de la integridad y desincronización, aparecen síntomas.
En el caso de la presión arterial alta, es un síntoma de alteración de la
sincronización e integridad del ser. Es un aviso del cuerpo físico, para que
reaccionemos, nos calmemos y arreglemos los asuntos de nuestra vida que nos
sacan de nuestro ritmo vital. La ciencia académica, reconoce un porcentaje muy
bajo de causas de presión arterial alta. Por lo general se diagnostica que la
causa esta en el corazón. Pero desde el conocimiento y experiencia de las
escuelas del naturismo tradicional, tan presente en la humanidad desde siempre,
se sabe que este síntoma es la manifestación de descompensaciones de distintos
órganos y no solo del corazón, además de saber que la causa principal es la
descompensación emocional.
Contare
una anécdota que viví hace dos años, que es un caso claro de lo que estoy
escribiendo. Soy terapeuta, puedo atender a otras personas y ayudarlas a ver
sus conflictos y resolver sus asuntos y sanar, pero mis conflictos a
veces no los puedo ver ( por eso son conflictos!). Me sentí mal una tarde y fui
al consultorio de un medico amigo para que me tomara la presión arterial (no
comparto lo de tomarse uno mismo la presión) y estaba alta, tenia 21 de máxima.
El medico quería internarme y que me viera un cardiólogo. Le explique que no
iría a internarme. Me pidió que tomara una pastilla para bajar esa presión. Fui
a mi casa, di vueltas buscando que era lo que me quería decir el cuerpo, que
era lo que me alteraba en mi vida. No encontraba la causa y entonces pensé:
bueno por ahora tomare una pastilla y ya aparecerá la causa. A los diez minutos
de tomar la pastilla, sentía que me moría, como si se me fuera a reventar el
cuerpo. Mi hijo me llevo al hospital ( siempre confió en los médicos del
hospital que son tan serviciales y no diagnostican enfermedades para lucrar).
Allí me atendió la doctora de guardia. Una mujer sabia, que ejerce la profesión
con amor. Me hizo muchas preguntas (cosa que no hacen hoy los médicos, siempre
apurados). De tanto preguntar, le llegue a contar que tenia la boca reseca por
dentro. Sonrió y me dijo: es la vesícula. Me ausculto en la camilla y si, era
mi vesícula. Llamo a la enfermera y me inyectaron una ampolla de Sertal en cada
glúteo. Sertal es un fármaco para desinflamar la vesícula y no se que otras
propiedades tiene. Me dejo allí, recomendándome que me relaje, que la esperara
y se fue corriendo a atender un parto. A la hora volvió, midió mi presión
arterial y estaba en valores normales 14-8.
En
una hora con un desinflamante de vesícula mi presión estaba normal. Entonces me
fui a casa y me puse a reflexionar sobre mi vida y si, estaba pasando
situaciones que me parecía que las había superado, pero la vesícula me aviso
que no. Trabajo esos aspectos de mi manifestación, para mantener el equilibrio
en mi ser. No tomo remedios, porque como dice esta doctora, yo no soy
hipertensa, soy emocional y muy sensible en varios aspectos y eso me
descompensa.
En
general podemos decir que la Presión Alta es aviso de mucha carga existencial,
de no querer soltar, de exigir demasiado,etc. Cuando sube la presión arterial,
tomar mucha agua, jadear (respirar como agitado) para cambiar el aire de los
pulmones y que vaya mas oxigeno al cerebro, ponerse en sintonía con la
seguridad que podes salir de ese estado. Pedir a tu ser interior ayuda.
Caminar. Bailar!!! si es buenísimo bailar porque descargas tensiones del cuerpo
y canalizas las emociones y la presión baja. Mojarte con agua fría, las manos,
el rostro, la cabeza. Ponerte un cuarzo rosa pegado con una cinta en el pecho.
Si son remedios naturales, viejos como la humanidad, que sanan y sin efectos
secundarios.
No
tomo remedios químicos, solo remedios naturales cuando es necesario. Mi presión
arterial se mantiene normal desde entonces, pues como ya conozco la causa,
cuido mi vesícula y si siento algún malestar, tomo mas cuidados con la vesícula
y todo sigue normal.
Pensé
en contar esta experiencia, porque enseña claramente, que hay otro enfoque de
la salud que nos permite sanar sin intoxicarnos con químicos y crecer como ser.
Que no tengamos miedo, sino que tengamos cuidado y observemos, que la sabiduría
del ser nos guía. No vivamos corriendo, observemos los signos vitales en
nuestro cuerpo, que todos los días orinemos y evacuemos el intestinos, que
comamos naturalmente y tomemos agua, que todos los días hagamos algunos
movimientos, que nos agitemos un rato para respirar y llevar oxigeno a la
sangre. Esto es básico para vivir en condición humana digna.
No
todo es como parece. La publicidad se ha usado para instalar en la mente de los
humanos información dirigida a tener miedo de tal manera que hoy los enfermos
no observan nada y en la mayoría de los casos corren al medico y de allí a los
centros donde dejaran primero todos los vienes propios o de los muchos abonados
al servicio de salud y luego dejaran su cuerpo deshilachado en dolores atroces.
La información intencionada que recibieron, los guía a ese final. Miremos que
esto ocurre todos los días a nuestro alrededor. Tomemos conciencia. Hay
información hoy de muchos científicos y sanadores que trabajan para la salud
humana, con amor y dedicación. Que no figuran en la publicidad, porque no
adhieren al sistema de lucrar ganancias muy grandes con el dolor de la
humanidad. Estos científicos y médicos servidores incansables, van publicando
información para ayudar a despertar de aquella fascinación a que llevo la
publicidad, por las soluciones rápidas a los temas de salud y nos hizo
llegar a la actualidad con tantas enfermedades que manifiestan el caos
existencial del humano de hoy. Observemos y busquemos información limpia. En el
siglo XX la salud paso a ser definidamente una industria muy lucrativa. Desde
la conciencia del ser, aprendamos a cuidar nuestra salud y busquemos la ayuda
de los profesionales y sanadores que ofrecen una atención desde la vocación de
servicio, con la competencia de sus estudios y sabiduría aplicados en una
trayectoria limpia.
Todos
tenemos como humanos la capacidad de observar y discernir sobre los asuntos de
nuestra vida, incluida la salud. La enfermedad es parte del proceso de la vida,
no causa de muerte. Si, así lo aprendí con la ayuda de mis guías espirituales,
a lo largo de muchas experiencias y estudios. Nadie muere por enfermedad, la
enfermedad es parte de la historia de vida de la persona, y su alma en esas
condiciones decide irse o quedarse y sanar. Nosotros nos sanamos. A veces solos
y otras veces con la ayuda de un profesional o un sanador o un amigo o un
desconocido, porque es el ser el que decide quedarse o partir. Por eso hay
tantas personas que están para morir, según diagnósticos médicos, pero se
levantan y sanan. Por eso hay tantas personas que están muy sanas y contentas,
se van a dormir y no despiertan mas.
La
vida es maravillosamente luminosa. La vida no se equivoca.
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