Orgullo y egoísmo
Para evolucionar y elevarse, es necesario previamente liberarse de dos enganches peligrosos y terribles: el primero, inferior, es el egoísmo; el segundo, exterior, es el orgullo.
Los seres muy egoístas son incapaces de extraerse de lo que los retiene en los mundos inferiores.
La
otra trampa, el orgullo, es una expansión desmesurada hacia el
exterior, que impide totalmente entrar en el interior, volver a lo
esencial y ver las cosas con un espíritu de comunión y reintegración en
una elevación más elevada.
Mi reflexión es que debemos aprender a combatir y alejar por completo de nuestras vidas el orgullo y el egoísmo, son armas que nos destruyen a nosotros mismo.
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