Depresión
La depresión es una alerta, una llamada de atención que nos indica que algo no marcha bien en nuestra vida y que es urgente un cambio.
La depresión es una forma de desconectarnos de la vida y cuando la padecemos, corremos el riesgo de quedarnos instalados en ella, lamentando nuestra realidad, sin poder hacer nada para cambiarla. Si permitimos que la depresión siga su curso, esto puede aumentar de nivel hasta lograr la desconexión mas riesgosa, que es la desconexión con nuestro SER y la vida misma.
Las causas de la depresión pueden variar. A continuación menciono 3 de las más generalizadas:
- Depresión sin causa aparente: Este tipo de depresión llega a nosotros sin que haya algún motivo para ello, simplemente nos sentimos tristes, desganados y sin deseos de hacer cosas nuevas. Esta depresión puede tener su causa en problemas hormonales, bloqueos energéticos o en la baja de cerotonina.
- Depresión con causa: Esta depresión aparece cuando sufrimos alguna circunstancia negativa, por ejemplo: La pérdida de nuestro empleo, el rompimiento de alguna relación o la pérdida de algún ser querido. En este caso, es importante poner atención a la causa y no propiamente luchar contra la depresión sino superar o solucionar la circunstancia que lo causó.
- Depresión bipolar: Una desconexión grave que tiene su origen en la desconexión del nuestros centros energéticos superiores así como en la insuficiencia de algunos químicos cerebrales. Lo más importante de este caso, no es la circunstancia en si, sino la manera en la que se vive y se percibe la realidad, causando profundos estados depresivos aún en personas sin problemas o con una realidad positiva. Esta depresión puede ir acompañada de melancolía o nostalgia y agotamiento crónico.
Conectar con la alegría de vivir es la misión de vida más relevante de quien
sufre de depresión
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