En busca de la armonía total
El sentido mas profundo de la armonía es de naturaleza espiritual y por eso proviene de nuestro interior.
Muchas veces la evolución espiritual es bloqueada por nuestra no presencia, por la inconciencia.
Desde siempre, el hombre ha intentado unir mente – cuerpo porque sólo en tales condiciones el ser humano puede expresar lo mejor de sí mismo y por lo tanto vivir de forma completa y proyectar su existencia en el tiempo.
Ofrecemos algunas indicaciones sencillas para alcanzar y mantener durante mucho tiempo un adecuado equilibrio psicofísico.
Aprovechar el instante: Todos los días corremos por las calles de la ciudad con la ansiedad y la velocidad en el corazón, como si tuviésemos miedo de que la vida se nos escape o el temor de no poder hacer todas las cosas. Somos devorados por el tiempo y a menudo concluimos los días sin aliento. Estamos tan ocupados corriendo que perdemos de vista la belleza del mundo presente.
Aprendamos a vivir cada momento como si fuese el último, demos calor a nuestra vida cotidiana, busquemos la belleza del detalle sin olvidar lo general.
Aceptar la vida como es, nos libera de nuestros pensamientos negativos y nos hace disponibles para el milagro de la existencia.
Volvamos a protagonizar nuestra vida, seamos fuertes, escuchemos el canto del viento.
Aquí y ahora, no en el indefinible mañana.
Dar valor a nuestro ser positivo: Es decir, mejorar la relación con uno mismo. Debemos hacer amistad con nosotros mismos, vivirnos en forma positiva, proyectar nuestra capacidad creadora en la realidad.
Porque somos mucho mas creativos de lo que creemos.
Para lograrlo, es necesario superar todas las barreras que hemos construido y aceptar que nuestro principal enemigo es una profunda inseguridad que nos impide actuar con libertad.
Trabajemos nuestro cuerpo para calmar con amor nuestro espíritu. Abracémonos y démonos la mano a nosotros mismos, abrámonos a lo que tenemos de positivo. Intentemos comprender y aceptar a los demás.
Juguemos con el movimiento de la vida, manteniendo el corazón joven, sin perder el asombro y la curiosidad de un niño.
Así, toda nuestra existencia será mas positiva.
Reforzar el cuerpo para nutrir el espíritu: Los medios de información dan mucha importancia al aspecto físico. Nos proponen sin cesar modelos a los que deberíamos parecernos en lo bueno y quizá también en lo malo.
Pero recordemos que el cuerpo se construye partiendo de la conciencia y la armonía con el espíritu. Por eso, si queremos ser y mantenernos agradables e interesantes, debemos reforzarnos también interiormente.
Y para lograrlo, el cuerpo es una gran ayuda. Un cuerpo fuerte sostiene y alimenta un espíritu fuerte. El ejercicio bien realizado influye en la espiritualidad de la persona, dejándola libre para ser ella misma.
Recordemos, por último, que para tener una buena salud física debemos también intentar tener una óptima salud mental. Por eso, busquemos la armonía global.
Así tendremos el éxito asegurado para siempre.
Muchas veces la evolución espiritual es bloqueada por nuestra no presencia, por la inconciencia.
Desde siempre, el hombre ha intentado unir mente – cuerpo porque sólo en tales condiciones el ser humano puede expresar lo mejor de sí mismo y por lo tanto vivir de forma completa y proyectar su existencia en el tiempo.
Ofrecemos algunas indicaciones sencillas para alcanzar y mantener durante mucho tiempo un adecuado equilibrio psicofísico.
Aprovechar el instante: Todos los días corremos por las calles de la ciudad con la ansiedad y la velocidad en el corazón, como si tuviésemos miedo de que la vida se nos escape o el temor de no poder hacer todas las cosas. Somos devorados por el tiempo y a menudo concluimos los días sin aliento. Estamos tan ocupados corriendo que perdemos de vista la belleza del mundo presente.
Aprendamos a vivir cada momento como si fuese el último, demos calor a nuestra vida cotidiana, busquemos la belleza del detalle sin olvidar lo general.
Aceptar la vida como es, nos libera de nuestros pensamientos negativos y nos hace disponibles para el milagro de la existencia.
Volvamos a protagonizar nuestra vida, seamos fuertes, escuchemos el canto del viento.
Aquí y ahora, no en el indefinible mañana.
Dar valor a nuestro ser positivo: Es decir, mejorar la relación con uno mismo. Debemos hacer amistad con nosotros mismos, vivirnos en forma positiva, proyectar nuestra capacidad creadora en la realidad.
Porque somos mucho mas creativos de lo que creemos.
Para lograrlo, es necesario superar todas las barreras que hemos construido y aceptar que nuestro principal enemigo es una profunda inseguridad que nos impide actuar con libertad.
Trabajemos nuestro cuerpo para calmar con amor nuestro espíritu. Abracémonos y démonos la mano a nosotros mismos, abrámonos a lo que tenemos de positivo. Intentemos comprender y aceptar a los demás.
Juguemos con el movimiento de la vida, manteniendo el corazón joven, sin perder el asombro y la curiosidad de un niño.
Así, toda nuestra existencia será mas positiva.
Reforzar el cuerpo para nutrir el espíritu: Los medios de información dan mucha importancia al aspecto físico. Nos proponen sin cesar modelos a los que deberíamos parecernos en lo bueno y quizá también en lo malo.
Pero recordemos que el cuerpo se construye partiendo de la conciencia y la armonía con el espíritu. Por eso, si queremos ser y mantenernos agradables e interesantes, debemos reforzarnos también interiormente.
Y para lograrlo, el cuerpo es una gran ayuda. Un cuerpo fuerte sostiene y alimenta un espíritu fuerte. El ejercicio bien realizado influye en la espiritualidad de la persona, dejándola libre para ser ella misma.
Recordemos, por último, que para tener una buena salud física debemos también intentar tener una óptima salud mental. Por eso, busquemos la armonía global.
Así tendremos el éxito asegurado para siempre.
El American Council of excercise, asociación norteamericana que promueve la actualización técnica de instructores físicos a ambos lados del océano, facilita cada vez valiosos consejos para sentirse mejor.
Esos viejos dichos que no corresponden a la realidad:
“Sin fatiga no hay resultado” . La actividad física no tiene porqué ser dolorosa para dar resultados beneficiosos. Al contrario, hacer ejercicio hasta sentir dolor puede ser mas un perjuicio que una ventaja. Hemos progresado mucho en el conocimiento de todo lo que se refiere a la actividad motora, y hoy sabemos que es posible obtener buenos resultados para la salud, como reducción del riesgo de sufrir de osteoporosis, diabetes, trastornos coronarios, practicando en forma moderada.
Así pues, recuerde que para ser beneficioso, el ejercicio físico no debe suponer una molestia.
“Todo o nada” . Algunas personas creen que para obtener alguna ventaja se debe practicar una actividad intensa. Nada mas falso cuando se trata de mantener una buena forma física y una óptima salud general.
Es mas, una de las razones que llevan a muchas personas a abandonar la actividad deportiva es precisamente la incapacidad de seguir con constancia un intenso programa de ejercicios.
Pero eso no es necesario, lo correcto es fijarse los objetivos que se pretenden alcanzar según la capacidad y voluntad de cada uno.
Mas sanos si no entrenamos demasiado:
Un estudio llevado a cabo durante mas de ocho años sobre una muestra de 13.000 hombres y mujeres, ha dado un resultado sorprendente: los individuos con niveles de entrenamiento calculados en torno a la media o ligeramente por encima, registraron porcentajes inferiores de fallecimiento por enfermedades cardíacas y tumores.
En cambio los que se entrenaron en forma mas intensa o mas frecuente, no revelaron ningún efecto beneficioso adicional.
Para ser exactos, el estudio ha demostrado que una buena forma física asociada con un porcentaje inferior de mortalidad, puede alcanzarse simplemente dedicando 30 o mas minutos al día para caminar a paso rápido, varias veces por semana.
Toda una serie de investigaciones apoyan la tesis de una actividad física moderada, incluido un estudio realizado por ex estudiantes de la universidad de Harvard, en Estados Unidos, quienes siguieron la pista a los licenciados de la misma universidad durante mas de treinta años y descubrieron que los que eran moderadamente activos – hacían deportes, subían escaleras, o se dedicaban a la jardinería – mostraban en general un índice de mortalidad por enfermedades mucho mas bajo.
Algunas sugerencias para la vida cotidiana:
Ahora que sabe cuantos beneficios van ligados al ejercicio físico moderado, probablemente esté pensando en ponerse en marcha.
¡ Bien! Tal vez ya esté realizando alguna práctica motora, por lo que le será fácil incluir otras actividades inspirándose en su vida cotidiana.
Veamos algunas ideas:
- suba y baje las escaleras en lugar de tomar el ascensor,
- a la hora de comer, salga a dar un paseo previo,
- deje el coche estacionado lejos del lugar a donde va, ya sea al trabajo o a cualquier otro lugar,
- programe excursiones de fin de semana,
- haga actividades recreativas que demanden movimiento corporal. (jardinería, pasear en bicicleta, recorrer el barrio.
Haga una pausa activa cada 90 minutos de trabajo:
Un intervalo cada 90 minutos de trabajo, es un regalo que usted se hará, pues es una alternancia natural. Si en ese lapso intercala cuatro intervalos de 10 minutos de duración, en los cuales realiza algún ejercicio, esa actividad le permitirá quemar casi tantas calorías como una sesión entera de entrenamiento de 40 minutos.
Los ejercicios pueden ser simples y basta con encontrar el tiempo para hacerlos.
Esos viejos dichos que no corresponden a la realidad:
“Sin fatiga no hay resultado” . La actividad física no tiene porqué ser dolorosa para dar resultados beneficiosos. Al contrario, hacer ejercicio hasta sentir dolor puede ser mas un perjuicio que una ventaja. Hemos progresado mucho en el conocimiento de todo lo que se refiere a la actividad motora, y hoy sabemos que es posible obtener buenos resultados para la salud, como reducción del riesgo de sufrir de osteoporosis, diabetes, trastornos coronarios, practicando en forma moderada.
Así pues, recuerde que para ser beneficioso, el ejercicio físico no debe suponer una molestia.
“Todo o nada” . Algunas personas creen que para obtener alguna ventaja se debe practicar una actividad intensa. Nada mas falso cuando se trata de mantener una buena forma física y una óptima salud general.
Es mas, una de las razones que llevan a muchas personas a abandonar la actividad deportiva es precisamente la incapacidad de seguir con constancia un intenso programa de ejercicios.
Pero eso no es necesario, lo correcto es fijarse los objetivos que se pretenden alcanzar según la capacidad y voluntad de cada uno.
Mas sanos si no entrenamos demasiado:
Un estudio llevado a cabo durante mas de ocho años sobre una muestra de 13.000 hombres y mujeres, ha dado un resultado sorprendente: los individuos con niveles de entrenamiento calculados en torno a la media o ligeramente por encima, registraron porcentajes inferiores de fallecimiento por enfermedades cardíacas y tumores.
En cambio los que se entrenaron en forma mas intensa o mas frecuente, no revelaron ningún efecto beneficioso adicional.
Para ser exactos, el estudio ha demostrado que una buena forma física asociada con un porcentaje inferior de mortalidad, puede alcanzarse simplemente dedicando 30 o mas minutos al día para caminar a paso rápido, varias veces por semana.
Toda una serie de investigaciones apoyan la tesis de una actividad física moderada, incluido un estudio realizado por ex estudiantes de la universidad de Harvard, en Estados Unidos, quienes siguieron la pista a los licenciados de la misma universidad durante mas de treinta años y descubrieron que los que eran moderadamente activos – hacían deportes, subían escaleras, o se dedicaban a la jardinería – mostraban en general un índice de mortalidad por enfermedades mucho mas bajo.
Algunas sugerencias para la vida cotidiana:
Ahora que sabe cuantos beneficios van ligados al ejercicio físico moderado, probablemente esté pensando en ponerse en marcha.
¡ Bien! Tal vez ya esté realizando alguna práctica motora, por lo que le será fácil incluir otras actividades inspirándose en su vida cotidiana.
Veamos algunas ideas:
- suba y baje las escaleras en lugar de tomar el ascensor,
- a la hora de comer, salga a dar un paseo previo,
- deje el coche estacionado lejos del lugar a donde va, ya sea al trabajo o a cualquier otro lugar,
- programe excursiones de fin de semana,
- haga actividades recreativas que demanden movimiento corporal. (jardinería, pasear en bicicleta, recorrer el barrio.
Haga una pausa activa cada 90 minutos de trabajo:
Un intervalo cada 90 minutos de trabajo, es un regalo que usted se hará, pues es una alternancia natural. Si en ese lapso intercala cuatro intervalos de 10 minutos de duración, en los cuales realiza algún ejercicio, esa actividad le permitirá quemar casi tantas calorías como una sesión entera de entrenamiento de 40 minutos.
Los ejercicios pueden ser simples y basta con encontrar el tiempo para hacerlos.
Posted at 7:14 a.m. | Etiquetas: alternativas |
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