Reflexión de la vida
El
hombre medita cuando algo le preocupa de verdad, pero también cuando
las cosas que le ocurren son francamente sensacionales. Intenta buscar
un por qué a todos aquellos acontecimientos que han endulzado su vida
todos estos años atrás y se da cuenta de que todo forma parte de un par
de palabras…
“Escribir Felizmente”. La
escritura es una larga introspección, es un viaje hacia las cavernas
más oscuras de la consciencia, una lenta meditación. Yo escribo a
tientas en el silencio y por el camino descubro partículas de verdad,
pequeños cristales que caben en la palma de una mano y justifican mi
paso por este mundo.
Aquella
escritura, en mis comienzos no era tan buena, fue mejorando con el
tiempo, igual que la fruta cuando madura. Mis últimos escritos son más
expresivos, cambiantes, son como el repicar de las campanas; sus
vibraciones son capaces de hacer escapar a acentos hondos, graves,
livianos, agudos y sombríos.
Así
te lo he transmitido todos los días que escribo para ti. Nunca las
campanas dicen lo mismo. Y nunca lo que dicen lo dicen de la misma
manera. En mis textos he notado algo parecido…
De
esto y de otras cosas medito a diario, quizás me sienta absurda
transmitiéndolo a ustedes ahora, pero siento la necesidad de hacerlo
cada día y cada día lo hago con mayor entusiasmo, con mayor alegría y
con una consciencia más elevada. Pues si algo he conseguido realizar con
dedicación en todo este tiempo es que mi constancia hacia las letras
creciera a pasos agigantados.
Gran
parte te lo debo a ti, por leerme a Diario, por dejar tus comentarios
en mi Blog. Tú atención reconoce mi dedicación y esto es lo que más me
reconforta. Las palabras sin duda son el hilo conductor que nos hace
eternos. Sé que la vida para cada persona es algo distinto.
Cada
uno vive, en el mejor de los casos, como quiere, en casi todos los
casos, como puede. La vida se presenta para cada persona como un
Universo virgen, que cada uno debe construir. No hay reglas, ni
ataduras. Salvo uno mismo.
Tratar
de fijar patrones de medida es limitar demasiado algo que de por si es
infinito. Cada cual construye su vida y su historia, nada es igual. Cada
persona necesita algo diferente para vivir. Lo bueno y lo malo es
relativo a cada situación, cada persona, cada historia. Lo importante es
respetar ese Universo que cada vida significa, con su escala de
valores, su moral. Vivir no es fácil… Pero nosotros lo hacemos difícil.
Tratar
de exprimir cada momento es algo que todavía muchos no conocen. Mirar
para adelante, aprender de los errores, fijar pautas que partan de
nosotros mismos, es un ideal muchas veces utópico. Todo depende de uno
mismo, está en nosotros revelarnos y aprender de una vez por todas a ser
felices, porque tenemos un PODER dentro que nos hace CAPACES. Pues
si al final, sabemos que al menos lo intentamos, nada, absolutamente
tendremos que reprocharnos y si conseguir nuestro Abundancia y Felicidad
que es lo fundamental de está vida.
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