Metafísica Practica


La llamada Metafísica estudia conocimientos milenarios que hasta las primeras décadas del siglo pasado estaban reservados sólo a iniciados, sabios, iluminados o cultores de las Ciencias Ocultas. Enseñanzas que estuvieron vedadas por siglos para la gente común, pero que ahora con la llegada de la denominada “Era de la Luz”, por mandato divino deben ser revelados y puestos al alcance de todos aquellos que quieran aprender a ser mejores y más felices.
1. Introducción
La llamada Metafísica estudia conocimientos milenarios que hasta las primeras décadas del siglo pasado estaban reservados sólo a iniciados, sabios, iluminados o cultores de las Ciencias Ocultas. Enseñanzas que estuvieron vedadas por siglos para la gente común, pero que ahora con la llegada de la denominada "Era de la Luz", por mandato divino deben ser revelados y puestos al alcance de todos aquellos que quieran aprender a ser mejores y más felices.
No se necesitan conocimientos previos de nada, sólo estar interesados en el adelanto espiritual y tener la constancia de practicar sus enseñanzas. Son leyes universales muy sencillas, a medida que las vayas estudiando e incorporando a tu vida cotidiana, muchas veces vas a tener la sensación de "esto yo siempre los supe" y si es así, felicitaciones, estás en el buen camino, este curso te será fácil y le sacarás buen rédito.
Como podrás comprobar, meditar sobre estos conocimientos te provocará alegría, positividad, verás la vida de otra manera. No tengo dudas en que te sentirás más segura porque comprobarás que tú puedes hacer que las cosas cambien, y que cambien para bien.
De todos los estudiantes de metafísica que conozco a todos, descubrir esta filosofía ha marcado un antes y un después en sus vidas, es maravillosa. No se trata de magia, son leyes naturales que enseñan "secretitos" muy poderosos que te permiten mejorar tu calidad de vida y la de tu entorno, ya que podrás influir positivamente en todo, en situaciones, personas, animales o incluso en objetos para que "funcionen" a tu favor cuando los necesites.
Es muy sencillo aprender metafísica, pero requiere mucha constancia para practicar sus principios y sus leyes para incorporarlos y así vivir de acuerdo a ellos. Eso significa que tendremos que cambiar hábitos que hemos ido incorporando a lo largo de toda nuestra vida, y que han condicionado (en la mayoría de los casos negativamente) nuestra realidad.
Antes de pasar a estas maravillosas leyes cósmicas que la Sabiduría Universal pone a nuestra disposición para que aprendamos a vivir, debo hacerte algunas recomendaciones que es bueno tener en cuenta.
Una de ellas es que cuando estamos dando los primeros pasos en este camino y vayamos comprobando todos esos "milagros" que podemos lograr casi sin esfuerzo, hace que nuestro entusiasmo se desborde y queramos compartir con los seres más queridos nuestros conocimientos, porque creemos que al igual que nosotros están preparados para recibirlo.
Y es un deseo muy noble el nuestro pero puede ser contraproducente y llevarnos a cometer graves errores, y que obtengamos un resultado contrario al que buscamos. No trates de convencer a nadie de transitar este camino espiritual y aprender la Verdad. Quizás esos seres tan queridos por nosotros no estén en el nivel espiritual adecuado para comulgar con esta enseñanza.
Si es así, ese primer contacto con la Metafísica no va a ser bueno y puede que sea el único, además es muy probable que intente argumentar en contra de esta instrucción. Créeme no es necesario ni vale la pena enfrascarse en una discusión por este tema. No te preocupes, una máxima ocultista dice "cuando el alumno está preparado aparece el Maestro" y así será.
Lo mismo para ti, cuando una enseñanza te sea difícil de aceptar, no la cuestiones, déjala pasar, ya llegará el momento en que te parezca lo más natural del mundo y no le opongas resistencia.
Por último, estas leyes inmutables que vas a conocer aquí deberás leerlas y releerlas mil veces si es posible y todas las veces te dejarán algo nuevo. Pero nunca se te vaya a ocurrir querer sacar ventaja de ellas en perjuicio de otros seres que no las conozcan; si por alguna razón llegaran a funcionarte, actuarán como un boomerang y su efecto te volverá multiplicado.
¡Ni lo intentes!
2. Origen
El origen de la Metafísica se sitúa en Grecia en el siglo III A. de C. y sus enseñanzas se atribuyen a Aristóteles, en sus obras aparece por primera vez la palabra Metafísica, que etimológicamente quiere decir "más allá de lo físico", aquello invisible, intangible, eterno. El término fue creado por Andrónico de Rodhas, quien en el siglo I A. de C. recopiló estas enseñanzas.
Para otros autores los conocimientos metafísicos pertenecen al primer gran Maestro de la humanidad llamado Enoch, descendiente de Adán y padre de Matusalén. Afirman también que el propio Jesús, el Cristo fue instruido en las enseñanzas de Enoch. A este Maestro de Sabiduría se lo disputaban los grandes pueblos de la época y lo nombraban en su lengua, para los egipcios fue el dios Thot (el dos veces grande), para otros fue el Escriba de los dioses; en Grecia lo llamaban Hermes Trimegisto (tres veces grande), para los fenicios fue Cadmus, el cinco veces grande, pero Enoch era en realidad de raza judía, y era un iluminado, un verdadero sabio, escribió de todo, desde matemáticas (en ese entonces se la llamaba geometría) hasta la Cosmografía, pasando por la Kábala y el Tarot.
Existen muchas definiciones de Metafísica, he aquí algunas de ellas: "Es la parte de la filosofía que trata del Ser en si mismo, y de sus propiedades, principios y causas primeras".
"Metafísica es la ciencia que sostiene la Sabiduría de todo lo que está más allá de lo percibido en los sub-planos sólido, líquido y gaseoso de la región física del plano físico cósmico".
Para nosotros intentar definir una enseñanza como la Metafísica, es querer encerrar en un concepto humano conocimientos pertenecientes al infinito reino de Dios, entonces nos afiliaremos a quienes la califican como una práctica científico-filosófica basada en el Amor Universal, en el Bien, la Paz y la Armonía entre todo lo que existe, animado y aparentemente inanimado, y sobre todo, en el Amor entre los seres humanos, suprema creación del Padre Eterno.
Somos hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza, por lo tanto creadores de nuestro propio destino.
Por ello, más allá de nuestras deudas kármicas, somos responsables en gran parte de lo que nos pasa en esta vida terrenal, debemos hacernos cargo de nuestros errores y no responsabilizar a Dios de sus consecuencias.
Debemos recordar siempre que somos muy amados por Él, sin distingo de género, razas o condición social, y que siempre está con nosotros y dispuesto a ayudarnos en toda circunstancia y dispuesto a concedernos todo lo que le pidamos; en este curso les contaremos cómo obtener fácilmente las respuestas que necesitamos.

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