Nos acostumbramos

Nos acostumbramos, a vivir en departamentos y a no tener otra vista, que no sea las ventanas de alrededor.
Y porque no tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera.
Y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas.
Y porque no abrimos del todo las cortinas, luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz.

Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud.
Nos acostumbramos, a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde.
A tomar café corriendo, porque estamos atrasados.
A leer el diario en el ómnibus, porque no podemos perder tiempo.
A comer un sándwich, porque no da tiempo para almorzar.
A salir del trabajo, porque ya es la noche.
A dormir en el ómnibus, porque estamos cansados.
A cenar rápido y dormir pesados, sin haber vivido el día.

Nos acostumbramos, a esperar el día entero
y oir en el teléfono:
"hoy no puedo ir" ,"A ver cuando nos vemos", "La semana que viene nos juntamos".
A sonreir a las personas, sin recibir una sonrisa de vuelta.
A ser ignorados, cuando precisábamos tanto ser vistos.
Si el cine esta lleno, nos sentamos en la primera fila, y torcemos un poco el cuello.
Si el trabajo esta complicado, nos consolamos, pensando en el fin de semana.
Y si el fin de semana no hay mucho que hacer,
o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.

Nos acostumbramos, a ahorrar vida.
Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.

Alguien dijo alguna vez:
"La muerte está tan segura de su victoria;
que nos da toda una vida de ventaja"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Andrea, lo prometido, te mando mi primer comentario.

Es muy bonito, este artículo, y tiene reflexiones profundas, aunque te diré que a mi hay una cosa a la que si estoy dispuesto a acostumbrarme de las que indicas, y es a sonreir, con independencia de la respuesta obtenida de los demás, porque creo que hay que tener esa actitud de alegria, de exteriorizar la felicidad que llevamos dentro, y si no la llevamos sonreir, porque así estará más cerca de nosotros. En cuanto a las demás costumbres, efectivamente, la reflexión que doy yo, es que debemos de vivir la vida lo más intensamente que podamos, y no acostumbrarnos a nada, porque la vida está para eso, para vivir todas las experiencias de que seamos capaces. Muchas gracias Andrea por estas bonitas reflexiones.
Carlos

Anónimo dijo...

Hola a Todos!!
Y si... nos acostumbramos,genramos hàbitos que no siempre nos producen placer, y todos sabemos que cambiar hàbitos no es tarea fàcil, pero depende de nosotros el encarar la transformaciòn de ellos, e ir disfrutando de las pequeñas cosas, cotidianas que en muchas ocasiones no se analizan, sin embargo si nos tomàramos 5 minutos y nos dispusièramos a hacer una lista de las cosas o costumbres que hacemos simplemente porque asì lo aprendimos, o lo elegimos en un determinado momento, cula serìa la respuesta HOY?, creo que de esto se trata, y adhiero en que definitivamente, como dice Carlos esa actitud positiva, de alegrìa es la que nos permite avanzar, y hasta contagiar a otros en ese caminar y transitar por la vida. Muy buena la reflexiòn y podrìamos hablar horas al respecto no?
Saludo cordial a ambos
Me gustò mucho lo expresado y lo comparto.
Y a vivir!!!!
Lorena/Asertiva

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