Sobre el consumo de ansiolíticos
SEGUN UN INFORME DE LA CONFEDERACION FARMACEUTICA ARGENTINA Crece fuerte el consumo de una droga para calmar la ansiedad. Es el clonazepam, cuyo uso aumentó el 20% entre 2004 y 2006 y sigue en ascenso. Al mismo tiempo, bajó el 10% el consumo de otros ansiolíticos. Advierten sobre su utilización excesiva y la venta sin receta.
Por: Valeria Román
La plata para el alquiler no alcanza. La pareja dijo adiós. El trabajo o los exámenes también exigen rendir. Son muchísimas las situaciones que generan ansiedad y la solución de algunos para "seguir adelante" es aferrarse a los psicofármacos. El preferido del momento es el clonazepam, un medicamento que genera dependencia a largo plazo. Según los registros del observatorio de medicamentos de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), su consumo aumentó el 20 por ciento durante los dos últimos años en el país.
Su marca comercial es Rivotril (cuesta alrededor de 27 pesos los 30 comprimidos de 0,5 miligramos) y hay otras 43 copias en el mercado (algunas más baratas). Su auge crece de la mano del boca a boca entre adultos y amigos, que perdieron de vista que se trata de un medicamento de venta bajo receta archivada. Y de adolescentes que los consiguen -empezando por sus propias casas- y mezclan con otras sustancias, como alcohol y éxtasis, como habría sucedido en el caso de la muerte de la joven Camila Rodríguez el 15 de octubre.
El consumo del clonazepam no es gratuito para el organismo. "La gente se cree psiquiatra y toma clonazepam sin preguntar a un profesional si debe continuar su uso", dijo Néstor Marchant, presidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras, a Clarín. Para su entidad, el clonazepam no debe ser consumido por más de cuatro meses. Después se puede seguir con psicoterapia.
"El medicamento bien controlado puede ser efectivo, pero genera tolerancia y hace que el paciente necesite aumentar la dosis. Tampoco debe ser abandonado repentinamente porque puede provocar el síndrome de abstinencia, con ansiedad, excitación, insomnio e irritabilidad. La consulta médica aporta su retiro gradual", explicó.
"Hay un uso salvaje del medicamento, por afuera del consultorio -señaló el jefe del departamento de psiquiatría de Ineco, Marcelo Cetkovich-Bakmas-. La angustia de la vida cotidiana es una reacción normal del organismo. Se debería intentar tolerarla y canalizarla. No tenemos por qué medicar en todas las situaciones problemáticas de la vida".
El consumo del clonazepam, según contó Carlos Gurisatti, de la COFA, aumentó de 5,1 millones de unidades en 2004 a 6,1 millones en 2006. A la vez, se redujeron las ventas de otras drogas de la misma familia, como el alprazolam y el bromazepam, que calman también la ansiedad y son sedativos. Tanto se impuso el clonazepam que se convirtió en uno de los 10 fármacos más vendidos del país, según la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides.
En las farmacias, reconocen por lo bajo que lo venden sin receta o se adquiere por Internet. También se expandió el tipo de especialistas médicos que lo recetan. "Es más recetado por los médicos clínicos que por los psiquiatras", dijo Eduardo Leiderman, médico psiquiatra de la Universidad de Palermo, quien el año pasado difundió su estudio que reveló que el 15,5 por ciento de los porteños consume psicofármacos.
Por detrás, habría presiones de los laboratorios medicinales que venden el clonazepam. "Las farmacéuticas dan a los médicos recompensas sutiles -sostuvo el psiquiatra Marchant- y realizan un seguimiento de qué médicos recetan sus fármacos". Desde la Asociación de Agentes de Propaganda Médica, José Charreau también confirmó que "los laboratorios dan incentivos como viajes, becas y hasta órdenes de compras a cambio de que se receten sus medicamentos".
¿Qué hacer entonces? "El mundo está complicado -dijo la psiquiatra y profesora de la UBA Lía Ricón-. Pero eso no significa que haya que vivir en un torbellino, ser joven, delgado y que ni siquiera se pueda estar triste".
La suba en el consumo de ansiolíticos es, al mismo tiempo, la comprobación de una tendencia -que convierte al rivotril en sustantivo del habla cotidiana-, una señal de alerta para la salud social y una buena nueva -una de tantas- para los laboratorios. No es la primera píldora mágica ni será la última. Funcionará puntualmente, hasta que se hagan insoslayables los efectos adversos que anuncian los que saben, como password de la contemporaneidad. Y entonces perderá adeptos -es decir, se quedará sin magia-, en la misma medida en que otra los ganará. Y así sucesivamente. Una fórmula conocida.
Para tener en cuenta
- El clonazepam puede generar dependencia: no tome una dosis mayor que la indicada por el médico. No la consuma más a menudo ni la tome por más tiempo.
- Puede desarrollar tolerancia con el uso a largo plazo y excesivo, por lo cual la droga puede ser menos efectiva.
- Esta medicación debe ser tomada regularmente para ser efectiva. No saltee ninguna dosis, aun si usted siente que no las necesita.
- No tome clonazepam por más de 4 meses o no pare de tomarla sin consultar con un médico.(Fuente: Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina y de los Institutos Nacionales de Salud de los EE.UU.)
Testimonios de su uso extendido
"Desde los 20 años, me recetan psicofármacos por problemas para dormir. Tengo problemas reales del estómago y del esófago que me generan estrés laboral y problemas emocionales. Ya tomé omeprazol, alprazolam y clonazepam. Estoy acostumbrada a tomarlos" (Mariana M, profesional, 30 años).
"En 2002, empecé a tomar el alprazolam, recetado por mi psiquiatra. Me tranquilizaba, pero me quitaba energía. Probé el clonazepam para viajar en avión, porque me lo recetó mi psiquiatra. Lo sigo tomando por épocas. Me pega mejor. Me da bienestar leve y puedo trabajar igual" (Florencia Rinaldi, 32 años, secretaria).
"Tomé el clonazepam en varias oportunidades. Tenía problemas para dormir y una neuróloga me lo recetó. Se me terminó y lo conseguí sin receta en la farmacia. Si viajo en avión o en micro también lo tomo. Lo consigo fácil" (Matías Casas, 45 años, diseñador gráfico).
Las 10 drogas más vendidas de la Argentina
1 Aspirina niños (venta libre)
Analgésico
2 Atenolol (bajo receta)
Antihipertensivo
3 Enalapril (bajo receta)
Antihipertensivo
4 Clonazepam (bajo receta archivada)
Ansiolítico
5 Levotiroxina (bajo receta)
Hipotiroidismo
6 Aspirina adultos (libre)
Analgésico
7 Ibuprofeno (libre)
Analgésico, antipirético
8 Amoxicilina (bajo receta)
Antibiótico
9 Paracetamol (libre)
Analgésico, antipirético
10 Alprazolam (bajo receta archivada)
Ansiolítico
La mejor de las benzodiacepinas
Eduardo Kalina
El medicamento clonazepam es la mejor de las benzodiacepinas porque tiene alta potencia para tratar la ansiedad y larga vida media de acción. Permite administrarle al paciente una dosis pequeña. Se puede recetar, dependiendo de cada caso, hasta 10 años o más con la misma dosis.
La gente empezó a darle un uso perverso al clonazepam. Lo mezclan con alcohol, cuando se sabe que eso es nocivo. Buscan que los voltee y los enloquezca.
Considero que no debe tergiversarse el sentido original de este buen medicamento, que puede ser usado como ansiolítico y relajante muscular, para el síndrome de piernas inquietas, como anticonvulsivante, y para el bruxismo, entre otros trastornos. Su uso perverso hace que funcione como si se usase mal un cuchillo: para agredir a otra persona en lugar de cortar carne.
Posted at 10:48 a.m. | Etiquetas: Psicologia |
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario