Cuál es tu actitud?
La del que cierra los ojos y niega la evidencia, obcecando en mantenerse en una posición inamovible.
La del que menea la cabeza, lamenta lo mal que está todo y suspira evocando momentos mejores, esperando que las cosas se arreglen por arte de magia o por intervención de otros.
La del que pone manos a la obra y empieza a trabajar para arreglar lo estropeado, corregir lo defectuoso y renovar lo inservible.
Reflexión; quiero preguntarte muy en lo personal, y que te respondas a ti mismo ¿Con cuál de estos tres perfiles te identificas? Sólo me queda decirte, “Tú y sólo tú puedes cambiar tu vida”.
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