Desde la intuicion
Por Fanny Libertizum- Psicóloga y Psicopedagoga
Para la revista Uno Mismo, Año 26 /No.319/ Diciembre 2009/Enero 2010
¿Por qué no me guié por mis intuiciones?
¿Cómo pude darle crédito a esta persona?
¡Qué sensación amarga suele quedarnos cuando constatamos que sí teníamos razón pero no nos dimos crédito!
Todos nosotros experimentamos alguna vez en la vida ráfagas de comprensión intuitiva que a veces descartamos, o porque no las consideramos lógicas o porque no nos parecen bien fundadas.
Aunque aún no nos pongamos de acuerdo al definir la intuición porque no comprendemos exactamente cómo ocurre, no es conveniente afirmar que no existe.
La intuición tiene un aspecto misterioso porque nos permite obtener información que proviene de no se sabe dónde, porque nos hace tomar conciencia de lo que no habíamos visto antes, o también darnos cuenta de algo que en realidad ya sabíamos pero habíamos olvidado. Es la percepción directa de la verdad, independientemente de todo proceso de razonamiento; es un saber que se manifiesta en nosotros sin que sepamos cómo sabemos que lo sabemos; es una función que implica una integración holística de varias facultades: el corazón, la mente, el cuerpo, todos funcionando al unísono, todos contribuyendo entre sí.
Es una función que trasciende la razón, pero que no es opuesta a ella: no la sustituye pero la complementa; no es irracional, sino que es racional. Es la función que permite recibir posibilidades en el futuro, que nos vincula con lo creativo; con lo que nos lleva más allá de los bordes de lo que ya conocemos.
La intuición de los procesos "espirituales", nos ayuda a comprender cuál puede ser nuestro camino en la vida; el sentido de las cosas, la naturaleza de la mente. A partir de la intuición accedemos a conocer por identificación directa los objetos de nuestra experiencia y a experimentar esa verdad, ya que ésta, más que aprendida, tiene que ser reconocida.
Es bueno saber que cuando más usemos la intuición, más la disponemos. ¿Qué podemos hacer entonces para desarrollarla?
Es necesario entrenar la atención, al hacerlo por más de unos pocos segundos estaremos haciendo el trabajo de base para desarrollar la intuición.
Cuando dudemos de nosotros mismos, podemos chequear con otros aquello que descubrimos intuitivamente, o también actuar lo que intuimos para así experimentar, ya que solo a partir del ensayo y el error aprenderemos verdaderamente a ser más intuititivos.
En el silencio se puede aprender lo que nadie puede decir, es el espacio en el que verdaderamente se desarrolla la intuición: algunos meditan, otros buscan estar en soledad en la naturaleza, todo recurso es válido a la hora de aprender a estar con nosotros mismos.
Acostumbramos a usar la intuición en los procesos de aprendizaje, curación o terapia; intuir algo nos hace bien, si el proceso funciona de verdad, si el terapeuta o el maestro es adecuado para nosotros.
La intuición se contamina cuando nos desestimamos, cuando no confiamos en nosotros mismos, cuando no estamos habituados a valorarnos. Por eso es necesario auto observarnos, conocernos, sólo así podremos confiar en nosotros y en los demás.
La intuición nos puede mover a la acción y por eso muchas vecces dudamos de ella, tal vez sólo porque nos da terror cometer errores. Muchas veces el argumento es "mejor me guío por la razón" ; aunque no nos damos cuenta que ello tampoco nos facilitará el permanente acierto.
La intuición es entonces, atención relajada, se nutre de la confianza en uno mismo, nos ayuda a abrirnos a lo nuevo, y a potenciar las experiencias que nos ofrece la vida; habita en el espacio de equilibrio y calma que reside en nosotros; nos enseña a reconocer que hay un punto armónico entre nuestras percepciones y la realidad; se cultiva y se aprende al reconocer que la experiencia no se trata tanto de forzar las cosas sino de aprender a estar abiertos y relajados en nuestros procesos intuitivos; nos enseña a confiar en nosotros y a no depender tanto de los demás cuando hacerlo es necesario.
Desde luego, coincidimos con la doctora. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el conocimiento que nos llega por esos carriles virtuales depende en buena medida del estado energétio en el que nos encontremos. Este conocimiento puede prestarse a interpretaciones equivocadas; puede verse contaminado o podemos nosotros mismos convertirnos en imán de captación de aquello que no nos hace progresar ni ser felices si nos encontramos en estados emocionales de baja vibración o de alta negatividad. Todos aquellos que han experimentado estados negativos como Gentian, Willow, Pine, Beech, Holly, Heather, Walnut, Rock Rose, Centaury, Chestnut Bud, etc, pueden dar cuenta de la diferencia en calidad de percepciones que surgen una vez que se consigue revertir la negatividad interior.
Las Flores de Bach son los recursos fundamentales de la Naturaleza para restaurar el equilibrio emocional y facilitar las captaciones intuitivas que resulten de utilidad para nuestra vida.
Para afinar las intuiciones a veces necesitamos limpiar los canales emocionales si los mismos se ven contaminados por influencias del entorno. Las influencias del entorno, pueden nublar nuestra capacidad intuitiva y generar confusión. La naturaleza brinda recursos eficaces para evitar el atolladero emocional; ofrece remedios para salir definitivamente de él no luchando en contra sino vigorizando las propias fuerzas emocionales y mentales. Todas las emociones son abordadas con las Flores de Bach; las adversas son mitigadas de un modo amable y asombroso, sin necesidad de atravesar traumas, crisis o sufrimientos innecesarios.
Para la revista Uno Mismo, Año 26 /No.319/ Diciembre 2009/Enero 2010
¿Por qué no me guié por mis intuiciones?
¿Cómo pude darle crédito a esta persona?
¡Qué sensación amarga suele quedarnos cuando constatamos que sí teníamos razón pero no nos dimos crédito!
Todos nosotros experimentamos alguna vez en la vida ráfagas de comprensión intuitiva que a veces descartamos, o porque no las consideramos lógicas o porque no nos parecen bien fundadas.
Aunque aún no nos pongamos de acuerdo al definir la intuición porque no comprendemos exactamente cómo ocurre, no es conveniente afirmar que no existe.
La intuición tiene un aspecto misterioso porque nos permite obtener información que proviene de no se sabe dónde, porque nos hace tomar conciencia de lo que no habíamos visto antes, o también darnos cuenta de algo que en realidad ya sabíamos pero habíamos olvidado. Es la percepción directa de la verdad, independientemente de todo proceso de razonamiento; es un saber que se manifiesta en nosotros sin que sepamos cómo sabemos que lo sabemos; es una función que implica una integración holística de varias facultades: el corazón, la mente, el cuerpo, todos funcionando al unísono, todos contribuyendo entre sí.
Es una función que trasciende la razón, pero que no es opuesta a ella: no la sustituye pero la complementa; no es irracional, sino que es racional. Es la función que permite recibir posibilidades en el futuro, que nos vincula con lo creativo; con lo que nos lleva más allá de los bordes de lo que ya conocemos.
La intuición de los procesos "espirituales", nos ayuda a comprender cuál puede ser nuestro camino en la vida; el sentido de las cosas, la naturaleza de la mente. A partir de la intuición accedemos a conocer por identificación directa los objetos de nuestra experiencia y a experimentar esa verdad, ya que ésta, más que aprendida, tiene que ser reconocida.
Es bueno saber que cuando más usemos la intuición, más la disponemos. ¿Qué podemos hacer entonces para desarrollarla?
Es necesario entrenar la atención, al hacerlo por más de unos pocos segundos estaremos haciendo el trabajo de base para desarrollar la intuición.
Cuando dudemos de nosotros mismos, podemos chequear con otros aquello que descubrimos intuitivamente, o también actuar lo que intuimos para así experimentar, ya que solo a partir del ensayo y el error aprenderemos verdaderamente a ser más intuititivos.
En el silencio se puede aprender lo que nadie puede decir, es el espacio en el que verdaderamente se desarrolla la intuición: algunos meditan, otros buscan estar en soledad en la naturaleza, todo recurso es válido a la hora de aprender a estar con nosotros mismos.
Acostumbramos a usar la intuición en los procesos de aprendizaje, curación o terapia; intuir algo nos hace bien, si el proceso funciona de verdad, si el terapeuta o el maestro es adecuado para nosotros.
La intuición se contamina cuando nos desestimamos, cuando no confiamos en nosotros mismos, cuando no estamos habituados a valorarnos. Por eso es necesario auto observarnos, conocernos, sólo así podremos confiar en nosotros y en los demás.
La intuición nos puede mover a la acción y por eso muchas vecces dudamos de ella, tal vez sólo porque nos da terror cometer errores. Muchas veces el argumento es "mejor me guío por la razón" ; aunque no nos damos cuenta que ello tampoco nos facilitará el permanente acierto.
La intuición es entonces, atención relajada, se nutre de la confianza en uno mismo, nos ayuda a abrirnos a lo nuevo, y a potenciar las experiencias que nos ofrece la vida; habita en el espacio de equilibrio y calma que reside en nosotros; nos enseña a reconocer que hay un punto armónico entre nuestras percepciones y la realidad; se cultiva y se aprende al reconocer que la experiencia no se trata tanto de forzar las cosas sino de aprender a estar abiertos y relajados en nuestros procesos intuitivos; nos enseña a confiar en nosotros y a no depender tanto de los demás cuando hacerlo es necesario.
Desde luego, coincidimos con la doctora. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el conocimiento que nos llega por esos carriles virtuales depende en buena medida del estado energétio en el que nos encontremos. Este conocimiento puede prestarse a interpretaciones equivocadas; puede verse contaminado o podemos nosotros mismos convertirnos en imán de captación de aquello que no nos hace progresar ni ser felices si nos encontramos en estados emocionales de baja vibración o de alta negatividad. Todos aquellos que han experimentado estados negativos como Gentian, Willow, Pine, Beech, Holly, Heather, Walnut, Rock Rose, Centaury, Chestnut Bud, etc, pueden dar cuenta de la diferencia en calidad de percepciones que surgen una vez que se consigue revertir la negatividad interior.
Las Flores de Bach son los recursos fundamentales de la Naturaleza para restaurar el equilibrio emocional y facilitar las captaciones intuitivas que resulten de utilidad para nuestra vida.
Para afinar las intuiciones a veces necesitamos limpiar los canales emocionales si los mismos se ven contaminados por influencias del entorno. Las influencias del entorno, pueden nublar nuestra capacidad intuitiva y generar confusión. La naturaleza brinda recursos eficaces para evitar el atolladero emocional; ofrece remedios para salir definitivamente de él no luchando en contra sino vigorizando las propias fuerzas emocionales y mentales. Todas las emociones son abordadas con las Flores de Bach; las adversas son mitigadas de un modo amable y asombroso, sin necesidad de atravesar traumas, crisis o sufrimientos innecesarios.
Posted at 4:23 a.m. | Etiquetas: Terapias Florales |
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1 comentarios:
Gracias por compartir! Siempre es un grato placer el pasar a visitarte y salir bien.
Recibe un relajante y cálido abrazo de luz para tu ser.
Beatriz
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