Críticas

Sólo el que viene con voluntad de arreglar, tiene derecho
a criticar.
Abraham Lincoln

Con frecuencia, nuestros juicios negativos sobre los demás nos dicen mucho acerca de nuestras limitaciones. En otras palabras, lo que no nos gusta de los demás, generalmente es aquello que odiamos en nosotros mismos.
Mucho mejor criticar la aborrecible conducta de otra persona es observar internamente nuestra propia colección de rasgos y actitudes. Nuestro deseo de criticar y de juzgar es un excelente reflejo de nuestra verdadera identidad. Y la imagen que vemos reflejada en otros puede servirnos para guiar nuestros movimientos a fin de convertirnos en individuos más sanos y más felices.
Podemos sentir un poco de alegría por lo que nuestras reacciones negativas nos pueden enseñar -pero debemos estar dispuestos a aprender de ellas. Qué emocionante es darnos cuenta de que cada momento de odio es en realidad una oportunidad positiva de cambio.
Es humano hallar faltas, y no debemos permitir que la pena nos abrume. Sin embargo, nuestro crecimiento personal se ve entorpecido cada vez que nos apresuramos a criticar a alguien en lugar de regocijarnos por tener otra oportunidad de acercarnos a la persona en la que estamos llamados a convertirnos.
Hoy miraré más allá de las faltas de los demás y reconoceré las mías.

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