Detalles que abrillantan tu espejo
¿Cómo
volverte lo mejor que puedes ser?
Si
comprendes quién eres y te respetas,
las
críticas no te supondrán ningún problema sino que te brindarán
la
oportunidad de volverte una persona mejor.
Cuando
te sientes imperfecto o inseguro,
la
crítica es como una amenaza y crees que debes defenderte.
Cuando
te sientes seguro, no perfecto sino seguro,
puedes
escuchar las críticas y tener en cuenta su valor.
Puedes
decir, "lo siento", y "gracias por abrillantar mi espejo".
Y
cuando sea conveniente, podrás aprender de las críticas y mejorar tu conducta.
Digo
cuando sea apropiado porque hay personas
a las
que les encanta encontrar defectos en otros. Ése es su problema...
Recuerda
que todos somos lienzos en blanco.
Si presentas
un lienzo en blanco como tu obra de arte,
no te
pondrán buena nota.
Pero la
creación empieza cuando comienzas a trabajar,
sobre
todo si consideras el lienzo en blanco una oportunidad de expresar tu talento
y no
una posibilidad de fracasar.
Y recuerda
que el lienzo no se termina mientras dura la vida.
Cuando
nos encontramos fluyendo en la dirección incorrecta,
es más
fácil pensar en quién tiene la culpa, que cambiar de dirección.
Piensa
en ello. Imagina que tomas un tren y tan pronto como sale de la estación
te das
cuenta de que va en dirección equivocada.
¿Te
enfadas y echas la culpa al tren o reconoces tu error,
te
bajas en la primera estación y cambias de andén para tomar el correcto?
Culpar
a los demás de nuestra pérdida de rumbo es tentador.
Recibimos
mucha información sobre la vida
pero
poca educación de la vida por parte de nuestros padres,
maestros
y otras figuras de autoridad,
que por
su experiencia saben más de ella.
La
información se basa en los hechos,
la
educación en la sabiduría y el conocimiento de cómo amar y cómo sobrevivir.
Pero,
por más consejos que te den, eres tú quién decide que tren tomar.
Mientras
recorres la vida, presta atención a los indicadores y las estaciones.
Si no
te gusta lo que ves, tira del freno de emergencia y bájate del tren.
No hay
otro interventor que lo haga por ti ni tienes que pedir permiso a nadie para
hacerlo.
Es tu
vida, tu viaje, el que tú mismo conduces.
Cada
uno sabe si lleva su propio timón,
cada
uno sabe en qué clase está viajando.
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