Las señales que nos da la vida
Había
una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la
rosa más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la
veía de lejos. Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo
grande y oscuro y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca.
Indignada
ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy
obediente dijo:
- Está
bien, si así lo quieres.
Poco
tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa: y se sorprendió al ver la
rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces:
Vaya
que te ves mal. ¿Qué te pasó?
La rosa
contestó:
- Es
que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude
volver a ser igual.
El sapo
solo contestó:
- Pues
claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la
más bella del jardín.
Moraleja:
Muchas
veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos, más bellos o
simplemente que no nos "sirven" para nada. Dios no hace a nadie para
que esté sobrando en este mundo, todos tenemos algo que aprender de los demás o
algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie. No vaya a ser que esa
persona nos haga un bien del cual ni siquiera estemos conscientes.
¿Autor?
Que
estés bien, sé Descaradamente Feliz y ten un buen fin de semana. Debes creer
que nada ocurre por casualidad, es tal vez por eso que estás ahora leyendo
estas líneas.
Trata
de observar mejor lo que te rodea. Con seguridad algunas de esas señales están
ahí, y todavía no las notaste.
Recuerda
que el universo, siempre conspira a tu favor.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario