Tu puedes curar
Las curaciones... ¿milagros?
Es un tema que siempre me ha seducido e
intrigado: hay una evidencia espiritual en todas las religiones y es el curar.
Jesús decía a sus discípulos " id y curar"¿Por que? él sabía que no
eran médicos, que solo eran gente del pueblo sin cultura. Les mandaba curar, él
lo hacía y con éxito a nivel que se podría llamar milagro. En la historia de la
humanidad, en cada comunidad, había alguien con gracia o sabiduría natural que
ejercía. En el mundo espiritual, siempre ha llamado la atención a seres
bienintencionados que ejercen con o sin éxito la curación. En la curación del
ser humano, intervienen muchos factores y algunos no son canjeables ni
manipulables por el poder curativo de una persona con dones. Primero seria
conocer el futuro o destino de la persona. Si su Ser superior ha pactado un
tiempo de aprendizaje en la Tierra, es inútil pedir que no muera. Morirá aunque
sea doloroso para su familia porque hay razones que son superiores y ocultas.
Si la enfermedad es una forma de limpieza karmica, o es una oportunidad para
practicar la curación. El supuesto, es que el que trata de curar y no es
sanitario, no tiene ni idea de medicina, solo algo de sentido común. La
intención cuenta mucho: ¿que intención mueve al sujeto a desear curar a otro?
puede ser consciente o inconscientemente por ego, deseo de ser admirado o
reconocido y sobre todo gratificado de palabras o con oro. Es lo más frecuente
en el mundillo de la sanación pirata que tanto abunda. ¿Cómo es que a veces
funciona esa curación pirata?: funciona por el mismo método que funciona un
medicamento placebo. La confianza es fe en que se curará. El milagro lo
hace el propio paciente, no el sanador. Jesús era muy sabio, era un Ser
completo en comunión con su YO Cristico. Cuando hablaba ordenaba o decretaba en
nombre de su Ser. La energía que le movía no era egoica, era el Poder la
Sabiduría y el Amor. Los tres fuegos que forman la esencia de Dios en tu
corazón llamada la "llama Trina". La energía que usaba la puede
utilizar cualquiera de sus discípulos y tú mismo. Ese es el mensaje. Una
hermosa forma de practicar el Amor con mayúsculas es la de curar al prójimo o
desear su curación. Es significativo que funciona mejor cuando no está movido
por intereses particulares, cuando no te une ningún interés con el paciente, y
sin esperar reconocimientos. Solo la discreción y el anonimato. Eso es el juego
del amor, no desear beneficios ni reconocimientos. Es un trabajo que ha hecho
tu Ser Cristico. Eso es curar. Hace un tiempo, mi esposa se empeñó en que
aprovechando el estar en un pueblo de Teruel (España), fuésemos a conocer a una
curandera conocida de la región. Ella quería consultarle por un dolor en la
zona llamada vacio derecho, más o menos a la altura del riñón derecho. Le pedí
que no me delatara como médico, quería ver como hacia su trabajo la afamada
curadora. En una casa rural de un pueblecito donde el frio y la soledad eran
sus compañeros, nos atendió Martina, mujer de unos cincuenta años, delgada, con
su vestido y delantal negros típicos de la zona. Habló y habló sin parar de sus
glorias, de la gente importante que la visitaba, de los grandes resultados de
su terapia, y mientras frotaba con su mano la zona supuestamente enferma de mi
esposa. Cuando al cabo de media hora o algo mas dio por terminado el friegue,
hizo un disparatado diagnóstico y nos pidió la voluntad.
Aprendí a intervenir en la salud de los
pacientes, era hacerlo de la forma más limpia y responsable posible. Yo
desconocía cual es el plan del Ser para el paciente. ¿Que es lo correcto según
el plan? Al margen de mi actuación como médico, podía actuar espiritualmente
manejando esas energías que están a nuestro alcance y que son inteligentes. La
respuesta a veces era distinta a mi intención, pero había un cambio
significativo, no se quedaba la situación paralizada y estancada, se
solucionaba. El pedir la acción del fuego violeta, conlleva a una poderosísima
acción sobre la persona, pero siempre será manejado por su Yo superior y no por
tu ignorante ego. Tu mente, comprende y desea que una situación de enfermedad y
dolor deberían de desaparecer o mejorar, entonces pones el mando en tu Ser
superior para que haga el trabajo. De esta forma que sepas que siempre será
acertada aunque no lo sepas, luego terminas comprendiendo el por qué.
El Yo Crístico o Superior esta en el paciente
al igual que en ti. Esto es una escuela donde la enfermedad y la curación son
asignaturas a probar y a aprobar. Este mundo de enfermedad y dolor, es
fruto de nuestros pensamientos y obras. A parte estas desgracias son la razón
que nos lleva a buscar una solución. La búsqueda de resolver los problemas
nuestros y de los demás, nos lleva hasta el final de la clase. Confiar en el
señor del juego. Esa parte divina que observa y espera el despertar de tu y
nuestra conciencia. Al igual que la persona que te hace difícil la vida y te
hace sufrir actúa de parte del “maestro” para ponerte a prueba. Como solucionas
el tema o problema te hace crecer y si te estancas y no lo solucionas, volverá
el problema una y otra vez. Creo que esto que trato de explicar es de suma importancia.
Todos tenemos el poder de cambiar las circunstancias negativas. Todos tenemos
al genio de la lámpara maravillosa escondido en nuestro corazón. Pero no
creemos en el genio ni en su poder, entonces la vida nos da lecciones de dureza
y más pruebas. Este es el gran juego: en tu vida aparece un ser que te provoca
una desagradable sensación. Puede ser tu pobre suegra o el mendigo impertinente
que te asalta cada mañana en tu coche cuando vas al trabajo, pidiéndote una
moneda a cambio de pañuelos de papel. Te irrita y cierras la ventanilla, y ahí
esta cada mañana. Hasta que un día se te hace la luz y piensas: “voy a cambiar
de estrategia” –desde mañana esperare con ilusión que aparezca el mendigo, y
tendré siempre monedas para él. Al día siguiente ya no había mendigo y si
estaba nunca iba a ti a pedirte. Tú con la ventanilla abierta y deseando que se
acercara y con una sonrisa darle su moneda. Pero ya la lección estaba aprendida
y ya no hacía falta el mendigo que era un maestro. Así es en todo. Haz la prueba
y asómbrate de los resultados.
Somos personajes de una función de teatro,
ignorantes del juego, que se está jugando. En la evolución de esta sociedad,
nos lleva a comprender que si tenemos el poder de cambiar las cosas, deberemos
poder curar. Todo esto nos lleva a una situación singular, se repite lo del
dicho hermético de lo que es arriba es abajo. El nuevo hombre espiritual que se
está forjando ahora y se está pariendo en nuestra tierra, aprenderá a curar, a
sentir, a amar a la naturaleza y hermanarse con ella. Como en la gran película
de Avatar, donde los seres y la Madre son uno. Es tanta la belleza de lo que se
vislumbra, que no deberíamos temer al cambio. El hombre nuevo es preciso que
nazca y pueble esta bendita Tierra. Ese es el gran juego de hoy. Preparar el
parto de la Madre Tierra y puede ser doloroso.
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