Los Miedos
El miedo se apodera de ti cuando te encuentra falto de recursos, cuando te toma con la guardia baja. Primero empieza llenándote de dudas, después te crea ilusiones para que te evadas de la realidad y cuando estas a punto de actuar, viene haciéndose el grande y el poderoso; te hace creer que eres débil y cobarde te dice que es más fuerte que tú, te cambia la percepción de las cosas y te las muestra desde un lugar donde te hace sentir inferior e imposibilitado.
Te proyecta al futuro con incertidumbre, se instala en tu mente, en el rincón mas obscuro justo ahí donde es mas difícil que lo encuentres. Te alerta todos los sentidos; es como el veneno de Escorpión; una vez que entra en tu sangre, te va paralizando poco a poco hasta que te termina matando.
Cuentan que un día un peregrino se encontró con la Peste y le preguntó a dónde iba:
Te proyecta al futuro con incertidumbre, se instala en tu mente, en el rincón mas obscuro justo ahí donde es mas difícil que lo encuentres. Te alerta todos los sentidos; es como el veneno de Escorpión; una vez que entra en tu sangre, te va paralizando poco a poco hasta que te termina matando.
Cuentan que un día un peregrino se encontró con la Peste y le preguntó a dónde iba:
- A Bagdad - le contestó ésta - a matar cinco mil personas.
Pasó una semana y cuando el peregrino se volvió a encontrar con la Peste que regresaba de su viaje la interpeló indignado:
- ¡Me dijiste que ibas a matar a cinco mil personas, y mataste a cincuenta mil!
- No - respondió la Peste. - Yo sólo maté a cinco mil, el resto se murió de miedo.
(Jorge Bucay)
El miedo, es una emoción que nos frena, nos predispone a la hora de actuar. Mi mayor de los miedos son las conversaciones con mi yo interior. Solemos disfrazarlo diciéndonos a nosotros mismos:
No puedo comprometerme. Ésto no es para mí. Las circunstancias no me lo permiten. Mejor después. Resulta difícil. No lo lograré. No tengo tiempo. Es mucho para mí. No me atrevo...
A veces cuesta poner los pies en la tierra, cuesta distinguir si el miedo es real o es solo parte de nuestra imaginación. Pero no me refiero al miedo... que se pueda sentir hacia algo o alguien que parece que nos observa o nos sigue... o ese miedo típico de la películas de terror.
Miedo a lo desconocido, a la soledad o el abandono, fracasar, equivocarse, incluso al éxito, al engaño, a la traición, a la escasez, a la pobreza...
Aprendimos a tener miedo cuando éramos pequeños. A las cosas nuevas, a lo que no tenía explicación, a perder lo que queríamos. Las circunstancias cambiaron, ahora tenemos más recursos, somos "Adultos", sin embargo el comportamiento funciona en automático.
Cuando creemos en algo, lo hacemos partícipe de nuestras vidas, forma parte de ellas, se apodera hasta dejarnos sin respiración.
Hay que salir de ese estado a como de lugar, ver el vaso medio lleno: Apostar por las cosas nuevas y desafíos, Sentirse bien con uno mismo, Aprender de todo y de todos, Querer cambiar sintiéndonos diferentes, Valorar, siendo ricos con lo que tenemos.
Coach dijo: "Si vas a tener fantasías, ¿por qué no elegir aquellas positivas que puedan apoyarte a lograr tus metas?"
Virgil Thompson decía: "Prueba algo que no hayas probado antes y hazlo por lo menos tres veces: una para sobreponerte al miedo, otra para averiguar cómo hacerlo y la tercera para ver si te gusta o no."
"El miedo es algo que necesita ser atravesado para crecer".
"Lo que tanto asusta hacer es un claro indicador de la próxima cosa que necesitamos emprender".
Posted at 3:32 a.m. | Etiquetas: Psicologia |
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