No más etiquetas diagnósticas
En el mundo de la salud mental se
está generando una gran controversia en el uso de las etiquetas diagnósticas
como un modo de estigmatización. Hay profesionales que llevan posicionándose en
contra durante muchos años, otros lo están haciendo recientemente mientras que
otros defienden con fervor el uso de los manuales diagnósticos como el DSM y la
CIE. ¿Qué opináis al respecto?
¿Qué
es el DSM y la CIE?
Para aquellos que no estéis
familiarizados con las siglas de los manuales diagnósticos, el DSM es
el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, se ha
realizado la quinta publicación en Estados Unidos y se prevé que la traducción
llegue a España dentro de unos meses. La CIE es la Clasificación
internacional de enfermedades que va por la décima publicación.
Estos
manuales son utilizados para determinar qué enfermedad sufre una persona
basándose en unos criterios estadísticos, por ejemplo, explicado burdamente,
“Si 10ooo personas que sufren depresión tienen estos síntomas entonces podemos
pensar que…”, de esta manera se igualan los síntomas y trastornos a algo
generalizable.
“No más etiquetas diagnósticas”
Siempre
ha habido grupos minoritarios que se posicionaban en contra de la utilización
de estos tipos de manuales por considerarlos como manuales que están
enfocados hacia la enfermedad y que pueden empeorar el pronóstico en lugar
de mejorarlo. Ahora ha habido un “boom” con la aparición del DSM-IV y se
presentó una petición formal al Colegio de Psiquiatras de Reino Unido como
una recogida de firmas a nivel mundial a través de Change.org.
El
problema de las etiquetas diagnósticas es que verdaderamente aumentan la
estigmatización y, a su vez, se fomenta sin querer que la persona se
identifique con esa enfermedad lo que supone que sea más difícil que pueda
mejorar y diferenciarse de ella. Es muy común encontrarse con personas que
afirman “yo soy depresiva” cuando ha sido una etapa pero parece que es la
excusa perfecta para la pasividad o el quedarse anclado en lugar de luchar.
En su
escrito afirman que los diagnósticos psiquiátricos no son válidos y
que el hecho de utilizarlos impide que sea más difícil escoger el tratamiento
adecuado para esa persona.
Hasta
ahora parecía que el uso de la farmacología como una solución a los trastornos
mentales era la solución idónea y lo que se indica en la petición es que el
pronóstico a largo plazo de los problemas de salud mental han ido empeorando.
Lo que podríamos entender como el motor para realizar un cambio y apoyarse en
los modelos alternativos que existen, que están basados en la evidencia
y que pueden proporcionar al paciente la atención que necesita sin que deje de
ser eficaz.
Además
de plantear la necesidad de abolir estos manuales se ha propuesto la necesidad
de que diferentes profesionales se reúnan (psiquiatras, psicólogos, médicos,
sociólogos…) para ver esto desde varios lugares con otras aportaciones en las
que se reconoce la eficacia de las intervenciones psicológicas, entre
otras.
Tenéis
más información sobre el comunicado y las propuestas en Infocop
(Consejo General de la Psicología en España), me quedo con esta cita textual
del doctor S. Timimi quien ha liderado esta petición junto con
otros psiquiatras:
“El
proyecto del DSM no se puede justificar, ni en sus principios teóricos ni en la
práctica. Tiene que ser abandonado para que podamos encontrar formas más
humanas y eficaces de responder a la angustia mental”.
¿Cuál
es vuestra opinión al respecto?
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